La Provincia de Buenos Aires se encuentra sumida en el caos tras enfrentar las peores inundaciones en décadas, evidenciando el fracaso de la gestión de Axel Kicillof, quien en más de cuatro años al mando no ha logrado implementar obras efectivas para mitigar este grave problema.

Las imágenes impactantes que circulan en redes sociales muestran el dramático escenario en diversos distritos, donde las calles se han convertido en verdaderos canales, obligando a los residentes a improvisar medios de transporte acuáticos para desplazarse. La ausencia de obras cloacales durante el mandato de Kicillof ha dejado a la provincia vulnerable ante las intensas lluvias.

La falta de previsión y planificación ha llevado a la suspensión de clases en múltiples localidades, afectando la educación de miles de niños y jóvenes. La evacuación de más de 800 familias sin un plan adecuado demuestra la ineficacia de la gestión ante situaciones de emergencia, exponiendo la vida y seguridad de los ciudadanos.

El colapso del sistema energético provincial ha dejado a numerosas localidades sin suministro eléctrico, evidenciando la fragilidad de las infraestructuras bajo la administración de Kicillof. A pesar de los intentos por responsabilizar a las intensas lluvias, la falta de acciones preventivas y la falta de inversión en infraestructura adecuada son señaladas como causas fundamentales del desastre.

La responsabilidad recae directamente en Kicillof y su administración, quienes no han logrado cumplir con su promesa de obras públicas de calidad para los habitantes de la provincia. La larga historia de gobiernos peronistas en la región, incluyendo el mandato de Kicillof, evidencia la persistencia de este problema estructural, que continúa sin solución a pesar de los años de gobierno del mismo partido.

El desastre en la Provincia de Buenos Aires es un llamado de atención sobre la urgencia de implementar medidas efectivas para prevenir y gestionar las inundaciones, así como para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.