Axel Kicillof, ha enviado al parlamento un proyecto de ley que promete sacudir el panorama fiscal de la región. La propuesta incluye un ajuste significativo en la tasa inmobiliaria, con incrementos que oscilan entre el 140% y el impactante 300%. Este cambio, que se espera sea discutido en la legislatura esta semana, forma parte de la Ley Impositiva Fiscal de 2024, una estrategia gubernamental para enfrentar los desafíos económicos actuales​​.

Lo que hace particularmente notable a esta medida es su estructura progresiva: el 90% de los contribuyentes enfrentarían aumentos de hasta el 200%, mientras que el 10% restante, presumiblemente aquellos con mayor patrimonio, verían un incremento de hasta el 300%. Estos cambios se implementarían a partir del 1 de enero​​.

La iniciativa no se detiene ahí. Además del impuesto inmobiliario urbano, se actualizarán las bases imponibles tanto para propiedades edificadas como baldías, con un esquema que busca reflejar las realidades macroeconómicas y mantener el valor real del tributo. Esto se traduce en cambios notables. Por ejemplo, la base imponible más baja para el impuesto inmobiliario urbano edificado pasaría de 0 a 1,8 millones de pesos, con una cuota fija de $1.820, marcando un aumento significativo respecto al año anterior​​.

El gobierno de Kicillof no solo se enfoca en las propiedades. También se propone un aumento promedio del 145% en el impuesto automotor para vehículos modelos 2013 a 2024, con un tope máximo de 270% para los autos de alta gama. Esto sigue la tendencia de otras jurisdicciones donde los ajustes impositivos se vinculan a la inflación​​.

Este conjunto de medidas, según fuentes oficiales, persigue un doble objetivo: por un lado, reflejar y adaptarse a las condiciones macroeconómicas fluctuantes; por otro, dotar de mayor progresividad al sistema tributario, buscando una mayor contribución de aquellos sectores con más capacidad económica y ofreciendo cierto alivio a las pequeñas y medianas empresas (pymes)​​.

El panorama que se dibuja es complejo y lleno de matices. Mientras algunos podrían ver estas medidas como un intento necesario de ajustar el sistema tributario a la realidad económica y distribuir más equitativamente la carga fiscal, otros podrían interpretarlo como un golpe duro para propietarios y contribuyentes, especialmente en un contexto de incertidumbre económica. ¿Es este un paso audaz hacia una mayor equidad fiscal o un exceso que podría ahogar a los contribuyentes? Los debates en el parlamento y las reacciones de los ciudadanos de Buenos Aires serán cruciales para determinar el curso de esta propuesta fiscal.