Una trabajador brasileño del Parque Eólico "Los Teros I" dio positivo hace un par de semanas de esta patología infecciosa. En un primer momento había sido confirmado como caso dudoso de COVID-19. La necesidad de vacunarse.

Un operario brasileño del Parque Eólico Los Teros I (cercano a la ciudad de Azul), que en un principio había sido diagnosticado como caso dudoso de COVID-19, dio resultado positivo de fiebre hemorrágica argentina, enfermedad infecciosa grave que afecta mayoritariamente a los trabajadores rurales de la Pampa Húmeda.

Desde entonces, más de quinientas personas fueron vacunadas, no sólo de Azul, sino de una amplia zona de influencia que llega hasta Bahía Blanca.

La FHA es provocada por el "virus Junín", nombre que recibe debido a una gran cantidad de casos que aparecieron durante el año 1958 en la localidad de O''Higgins, cercana a esta ciudad bonaerense.

Fue temible en las regiones rurales de la "pampa" gringa, pero hoy existe una vacuna que la previene.

Se aplica a partir de los 15 años en una dosis, y debe efectuarse por lo menos un mes antes de que se realicen actividades de riesgo a fin de asegurar la protección.

La vacuna contra la FHA fue protagonista de un sonado caso contra el Estado argentino, a mediados de la década del ''90, al dejar de fabricarla para el país el Laboratorio Jonas Salk de los Estados Unidos.

El gobierno de Carlos Menem se negó a asumir su elaboración en el país, dejando así a una enorme cantidad de trabajadores rurales expuestos a un severo riesgo sanitario.

La causa, encabezada por la abogada azuleña Mariela Viceconte contra el Ministerio de Salud y Acción Social recién pudo llevarse a la práctica una década después, y es conocida como la "Sentencia Viceconte", que sentó jurisprudencia sobre el tema y ha sido estudiada en distintas universidades del mundo.

En junio de 1998, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, en los autos caratulados "Viceconte, Mariela c/ Ministerio de Salud y Acción Social" condenó ejecutase la totalidad de las medidas necesarias para cumplir con el programa de producción de la vacuna CANDID 1 (contra la fiebre hemorrágica argentina).

"En ese momento la vacuna se aplicaba sólo en la Argentina, por un convenio con el Estado, por el cual en algún momento se iba a fabricar acá, porque al ser endémica no es redituable para laboratorios. Reformada la Constitución Nacional un par de años antes (1994) surgió la inquietud de presentar un amparo para plantearle al Estado la exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales" contó la impulsora del amparo.

En primera instancia el Juez no hizo lugar y en segunda instancia la Cámara ordenó al Estado Nacional que arbitre los medios necesarios para empezar a fabricar en la Argentina la vacuna contra la FHA.

Fue uno de los primeros fallos en tal sentido después de la última reforma constitucional. Traducido al criollo, obligaba al Estado a ocuparse de la salud de sus habitantes.

El programa estaba, pero nunca se había puesto en funcionamiento durante la gestión menemista del Ministro de Salud Alberto Mazza.

Recién el 7 de marzo de 2007, en la gestión de Ginés González García durante el gobierno de Néstor Kirchner, se produjo el acto de oficial de lanzamiento de la producción nacional de CANDID 1.

"Con esta vacuna estamos asegurando la salud de 5 millones de argentinos que trabajan en el campo", dijo por entonces el actual Ministro de Salud de la Nación.

Paradójicamente, la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) - Malbrán anunció la semana pasada que volverá a producir la vacuna contra la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA), que había sido discontinuada durante el gobierno de Macri en el año 2018.

Con una inversión de nueve millones de pesos, la producción se retomará en la planta de Pergamino del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH) - Maiztegui, y buscará acercar las dosis necesarias de la vacuna CANDID - 1 a la población de riesgo de la zona crítica de la enfermedad, comprendida en unos 150 mil kilómetros cuadrados entre las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa.

Durante el transcurso de 2019 las estadísticas registraron un total de 17 casos confirmados y alrededor de 400 sospechosos, mientras que en lo que va de 2020 ya son 22 los contagios reportados.

"Es una vacuna que deberíamos darnos todos los que estamos en contacto con la ruralidad" afirmó la doctora Viceconte.

La primera dosis de la vacuna contra la FHA fue producida en el año 1984 por un investigador argentino radicado en Estados Unidos. Entonces, en Argentina no existía ningún laboratorio con la seguridad requerida para ese tipo de desarrollo.