Este domingo se desató un motín en el penal de Bárker. Los detenidos subieron a los techos y desde allí empezaron a avanzar sobre algunas áreas aledañas a los pabellones poniendo al personal en serio peligro.

Al momento de la redacción de esta nota, esperaban la llegada de funcionarios de la Fiscalía pero también aguardaban la intervención de Gendarmería como fuerza de apoyo al Servicio de Penitenciaria.

La situación se replicó en otros penales de la Provincia, aunque no en los más cercanos como los de Azul, o incluso en el complejo penitenciario de nuestro partido en Sierra Chica. Por el momento, están normalizados.

El reclamo comenzó tiempo atrás, al igual que en otros penales, por la restitución régimen de visitas paralizado desde marzo, con la declaración de la pandemia de Covid-19. Hubo un anunció favorable que a los pocos días fue anulado y eso desató la violencia interna.

A ese reclamo se sumaron otros que son parte de la agenda de los problemas estructurales que comparten los penales bonaerenses.

Ayer, en Bárker, comenzó la revuelta que finalmente este domingo se convirtió en motín. Los prisioneros fueron avanzando sobre los distintos sectores, poniendo en desventaja a los guardiacárceles y obligándolos a replegarse.


Con información de Radio Tandil