Por qué el agua en Mar del Plata está fría como nunca
El mar registra la menor temperatura desde que se comenzó a medir, hace seis años. ¿Qué es la surgencia?
Lo comenta quien se atreve al chapuzón y sale enseguida: "No me la banqué y mirá que soy de hacerle frente, pero está helada", se frota los brazos Huber, que se metió en Horizonte, y lo sostienen los oceanógrafos en base a mediciones que un termómetro obtiene a intervalos de 5 minutos: la temperatura promedio es la más baja de los últimos seis años.
Un informe del Gabinete de Oceanografía Física del Instituto Nacional de Investigación y Desarollo Pesquero (Inidep) indica que en diciembre la temperatura media en la superficie cayó 1,3°C, en tanto que en lo que va de enero la caída fue de 1,2°C.
"Durante diciembre de 2019 la temperatura promedió los 17,7°C con valores que, aunque se mantuvieron dentro del rango climatológico mensual definido como normal para la zona (12,9 - 21,0°C), fueron inferiores al 25% de los valores más bajos registrados durante diciembre desde el año 2013", indica el informe.
Graciela Molinari, oceanógrafa del Inidep, afirma que desde se llevan adelante mediciones, en 2013, la temperatura tomada en el mar es la más baja. La medición se hace con un termómetro digital SBE 38 instalado en la Bristol, en el Muelle de Pescadores, y luego se confirma comparando con las mediciones que se hacen en la escollera norte, frente a sede del Inidep.
"Los valores medios diarios son inferiores a la media esperada. En diciembre teníamos una media de 19°, y registramos 17,7°. Lo notable es que los promedios diarios desde el mes de diciembre vienen siendo de los más bajos", explicó. Lo que se observó hasta el 16 de enero siguen la misma tendencia.
En la segunda semana de enero la temperatura del mar debería ubicarse entre los 20° y los 21°, y este viernes, en una medición a media mañana en la escollera norte, el termómetro indicó 18,4°. "Esperábamos 21,1° para enero y hemos llegado a tener 23°", recordó Molinari un fenómeno que se dio hace tres temporadas.
No parece mucha la diferencia en esos fríos números, pero en el agua se hacen sentir. Observando a los surfistas en cualquier playa se hace evidente: hay muy pocos que se han atrevido a usar la lycra, a esta altura de la temporada la mayoría siguen calzando trajes de neoprene.
Las causas son muchas, y son especialmente meteorológicas. La inestabilidad: a un buen día de sol le pueden seguir tres días nublados; la temperatura ambiente, que no ha sido muy elevada, y el viento, que soplo del noreste, paralelo a la costa y desplaza el agua más cálida que se encuentra en la superficie.
Lo mismo ocurre en el resto de las playas de la Costa Atlántica, corrobora la oceanógrafa, excepción que puede darse en la costa norte, cerca de San Clemente del Tuyú, donde puede haber uno o dos grados más por la influencia del agua que llega desde el Río de la Plata.
Además de la temperatura, los registros se cotejaron vía satélite. Lo hizo el ingeniero Ezequiel Cozzolino, del Subprograma de Sensoramiento Remoto del Inidep, y las pantallas mostraron el predominio de los vientos del sector norte, la baja temperatura en la superficie del mar, y la amplia cobertura nubosa.
El de este viernes es un día como tantos otros de esta temporada, con 23,6° pasado el mediodía y muchas nubes, pero el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional anticipa una mejora a partir del sábado, con una máxima de 32° y el domingo con una temperatura que podría ser récord de este atípico enero, de 35°. Tal vez de este modo el agua recupere calidez.
Mar del Plata. Corresponsal para Clarín AS