El hecho se registró en la Unidad Penitenciaria Nº 17 de Urdampilleta, cuando el personal que se encuentra abocado a la recepción, desinfección y entrega de mercadería que los familiares de los internos les envían por medio de diferentes empresas de transporte, detectó la presencia de estupefacientes disimulados en las encomiendas.

El hermano y la prima de dos de los detenidos ocultaron en un paquete de pan lactal 57 pastillas de tipo psicofármacos sin blíster y por otro lado, en el doble fondo de un pote de dulce de leche un envoltorio con 7 gramos de una sustancia de color y olor, similar a la picadura de marihuana, que pretendían hacer llegar a los detenidos.

En la requisa de rutina, el personal penitenciario advirtió que dentro de los envases había bolsitas con marihuana y pastillas de psicofármacos. Al lugar fueron convocados efectivos de la policía local que realizaron los reactivos que confirmaron que se trataba de estupefacientes.

Más allá de la requisa habitual y asegurativa de los elementos que la familia envía a los internos, el personal del área intensifica y vuelve cada vez más rigurosos los protocolos impuestos por el Covid-19 a cada una de las encomiendas.

Ante el hallazgo de la droga, se dio intervención a la Policía local y se inició una causa penal por infracción a la Ley de Drogas N° 23.737, sumario en el que se le dio intervención al fiscal Lucas Moyano, quien es el titular de la UFI Nº 19 de Estupefacientes, perteneciente al Departamento Judicial Azul con sede en Olavarría.

En todos estos casos, los amigos y familiares que quisieron pasar estupefacientes a los presos, quedaron imputados por infracción a la Ley de Drogas.