A casi 100 km de esta ciudad se encuentra la prueba de que una comunidad puede organizarse para redefinir su relación con el medio ambiente.

Fue durante una asamblea en el año 1995, bajo el mandato del intendente Dr. Romera, que a los vecinos del barrio Luján de Tapalqué se los escuchó finalmente. Ubicado a metros de sus casas, el basural a cielo abierto había contaminado el agua que tomaban y el aire que respiraban. Las montañas de basura se incendiaban y el humo se mezclaba con el viento. Pero, para suerte de los vecinos, a diferencia de los intendentes anteriores, el Dr. Romera supo atender el problema. Dos años después de la asamblea el centro de tratamiento ecológico para la basura, Tapalim, comenzaba a funcionar.

La obra de Tapalim fue llevada a cabo en terrenos municipales y dio trabajo a gran cantidad de vecinos. Raúl Rodríguez, uno de ellos, se encargó de fabricar las máquinas necesarias, y los jóvenes del secundario local se encargaron de elegir el nombre y el actual logo de la planta. Cuando la obra estuvo terminada el municipio recurrió al asesoramiento de la planta de residuos RSU de Laprida y de organizaciones internacionales antes de poner en funcionamiento a la nueva planta.

Los vecinos de Tapalqué separan los residuos en sus casas, dividiéndolos en tres grupos. Bolsas negras para los desechos compostables, como la comida o el cartón húmedo. Bolsas verdes para los desechos patogénicos, como los restos de los elementos utilizados en veterinarias o hospitales. Y bolsas blancas para los desechos reciclables, como el vidrio, el cartón seco, las latas, el aluminio, el papel limpio y el plástico. Estos últimos materiales son comercializados para ser reutilizados; los desechos patogénicos se incineran en un horno pirolítico y con los materiales orgánicos se realizan composteras.

La nueva ubicación de Tapalim será más apartada del pueblo, a 2,5 Km de la zona habitada más cercana, en un predio municipal de 5 hectáreas.

Entre todos los proyectos de Tapalqué, quizás el más importante es el de la relocalización de la planta de Tapalim (un proyecto evaluado y aprobado por el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable). Tras el crecimiento del pueblo a lo largo de los años, hoy ingresa tres veces el número de basura original. Además de galpones y la maquinaria necesaria, también van a construirse una laguna para fitoremedición y un biodigestor para el tratamiento de los desechos orgánicos.

Pero el de Tapalim no es el único proyecto ecológico de Tapalqué.

Gracias al Proyecto de Forestación y Arbolado Urbano se han logrado plantar más de 8.000 árboles durante los últimos años. Se designó un sector de área protegida, se establecieron reglas para restringir y controlar las podas y se alzó un muro verde entre la planta de residuos y el comienzo de la zona urbana para resguardar a la comunidad de los ruidos del trabajo con la basura, sus olores y su aspecto.

  • Tapalqué es consciente de cómo los árboles disminuyen el efecto invernadero, limpian el aire y controlan las temperaturas. Por eso, y por su activo compromiso, forma parte de la actual Red de Municipios contra el Cambio Climático, cuya sede principal se ubica en la ciudad de Rosario.

Para mantener vivo el desarrollo sustentable del pueblo y asegurar, entre otras cosas, que los vecinos mantengan la separación en origen de la basura, Tapalqué también es consciente de la importancia de la educación y de la concientización. Para eso existe el Proyecto de Educación Ambiental (declarado de Interés Educativo por la Dirección General de Escuelas y Educación de la provincia), gracias al cual se realizan charlas en eventos y escuelas, talleres de reciclaje, de reúso y de armado de composteras, jornadas de forestación, entre otras actividades.

Este proyecto de educación y consciencia ambiental también se hace presente en cada evento importante del pueblo como el carnaval o las ferias de artesanos; y es responsable de que en la localidad se celebren el Mes del árbol o el Día Mundial de la Tierra.

Dirigido actualmente por el intendente Gustavo Cocconi, el Municipio se encarga de que todos los vecinos tengan la oportunidad de vivir una vida sustentable. Para la juventud se creó la "Brigada verde", en el año 2004, la cual consiste en un voluntariado de niños y jóvenes que realizan múltiples actividades relacionadas con el cuidado del medio ambiente. Limpian espacios del pueblo, facilitan el intercambio de desechos reciclables por compostera, organizan jornadas de forestación y más.

Para las familias, por otro lado, se aprovechan las semillas y pollitos ponedores que el INTA facilita y se intenta que cada hogar desarrolle así su propia huerta orgánica y su propia compostera. También fueron construidas las llamadas Viviendas Sociales Bioclimáticas, logradas por la colaboración entre el municipio y el IVBA (Instituto de la Viviendo de la provincia de Buenos Aires), para promover la construcción de hogares de bajo impacto ambiental. Se designaron familias para que las habitasen y se entrenaron albañiles locales con la intención de que puedan replicar el tipo de obra en el futuro.

Además de la relocalización de Tapalim, y la continuación de los mencionados proyectos, este año Tapalqué se propone la producción de Biogás a partir de la basura orgánica y la producción de madera plástica.

A casi 100 km de Olavarría se encuentra la prueba de que una comunidad puede organizarse para redefinir su relación con el medio ambiente, invitándonos a pensar lo que se podría hacer en nuestra propia ciudad.

Fuente: Diario El Tiempo. Por Francisco Bariffi