Clorpirifós

Es un insecticida organofosforado clorado. Puede provocar desorientación, pérdida de la memoria, falta de concentración, depresión severa, irritabilidad, insomnio y dificultad para hablar luego de una exposición crónica en humanos. Inhibe la colinesterasa. Los productos químicos de este tipo, como el gas sarín (agentes nerviosos usados en guerras químicas), son potentes neurotoxinas, que pueden causar espasmos musculares y muerte. Sus efectos son neurotóxicos. Es un disruptor endocrino (actúa sobre el sistema hormonal) y puede ser una de las causales de Parkinson. Hasta ocho países de la Unión Europea y Estados Unidos prohibieron su uso o nunca han autorizado su empleo. La utilización del Clorpirifós en Argentina se extendió al punto de liderar el ranking de los 20 con mayor presencia en frutas y verduras, según asegura el informe del grupo de trabajo "Naturaleza de Derechos".

"Los niños llaman "remedios" a los plaguicidas"

Los niños más expuestos al insecticida en sus primeros meses de vida o cuando aún estaban en el vientre de sus madres, sufren retrasos mentales como poca memoria, trastornos de déficit de atención o hiperactividad. Y tienen un cociente intelectual hasta 7 puntos menor que otros chicos. También provoca un aumento de la frecuencia del autismo y de lesiones cerebrales precoces. (Informe Ciencias Exactas)

2,4 -D

Es un herbicida clorado. Es uno de los componentes del "Agente Naranja" y del "Agente Blanco" utilizados en la guerra de Vietnam. Respecto de su toxicidad crónica y a largo plazo corresponde mencionar: neurotoxicidad, paladar hendido, malformaciones esqueléticas; posible carcinógeno en humanos, disruptor endocrino; efectos reproductivos: disminuye el número de esperma y su movilidad, aumenta el porcentaje de espermatozoides anormales en trabajadores expuestos. También es Parkinson positivo. Afecta los bronquios, los riñones y el hígado.

*La nota completa acá: Encontraron dieciséis agrotóxicos en las escuelas rurales de Tandil

Escribió, Silvana Melo.