"La realidad es que no fue una buena decisión. Es más, estuve por renunciar. Y si no lo hice fue por la ética de la responsabilidad weberiana", dijo Rubinstein consultado en Radio con Vos sobre la degradación del Ministerio de Salud a Secretaría.

Asimismo, consideró que en ese momento le aseguraron que esa modificación no alteraría las estrategias sanitarias, pero admitió que por su gran "impacto simbólico" terminó por "perjudicar la gestión de salud". "No fue una decisión feliz, pero me la banqué en ese momento porque sentí que no me podía ir", dijo en otro pasaje de la entrevista.

En otro orden, el extitular de la cartera sanitaria elogió a Ginés González García, quien sería el ministro de Salud del gobierno de Alberto Fernández. "Creo que ha sido un gran ministro. Es un sanitarista prestigioso de una gran experiencia y un gran conocimiento".

Cabe señalar que Rubinstein presentó la renuncia a su cargo días atrás en el marco de una polémica desatada por la actualización del protocolo de aborto legal publicada en el Boletín Oficial con su firma, que fue luego derogada mediante un decreto por Macri, lo que generó una fuerte interna en Juntos por el Cambio entre el PRO y el radicalismo.

En ese marco, el ahora exsecretario de Salud defendió su decisión de publicarlo y consultado sobre la decisión de Macri de dar marcha atrás mediante un decreto, señaló: "Él es presidente de la Nación y está sometido a una innumerable cantidad de presiones e indudablemente las tuvo".

Asimismo, dijo que lamentó la derogación del protocolo, admitió sentirse aliviado por la renuncia y relativizó el argumento del Gobierno sobre la publicación "inconsulta". "Obviamente ya había hablado con muchos funcionarios de que esto iba a salir. Mi posición era absolutamente clara al respecto. No les avisé el día antes que iba a sacar el protocolo, pero ya lo habíamos hablado. Y eso es competencia exclusiva de la Secretaría de salud", advirtió.

Rubinstein dijo que con el protocolo "se le dio entidad jurídica a algo que ya se venía haciendo" al explicar que "antes solo había un documento sin entidad jurídico normativo", lo que daba lugar a "la heterogeneidad de lo que sucedía en las provincias".

Asimismo, sostuvo que "no ampliaba ningún derecho, excepto los ya consagrados en el Código Penal". Y amplió: "Las autoridades de los hospitales que no saben qué hacer y cómo proceder. El protocolo ponía en blanco sobre negro lo que dice la ley".

Dijo, además, que la actualización del protocolo iba en línea con su posición "en cuanto a la protección de los derechos sexuales y reproductivos". Y añadió: "Todas las semanas hay casos de chiquitas violadas que están indefensas y no hay claridad en cuanto a los procedimientos. Esto era una guía de actuación para los médicos y los equipos de salud de cómo tienen que proceder".

Problemas presupuestarios

Rubinstein admitió que la cartera sanitaria tuvo problemas presupuestarios producto de las devaluaciones y reconoció que negoció con el FMI para que se incorporara el gasto crítico en salud dentro del acuerdo que solo contemplaba a la Asignación Universal por Hijo (AUH).

"Tuvimos problemas presupuestarios, claro que tuvimos. La realidad es que tuvimos una paliza con las devaluaciones", se sinceró en declaraciones radiales. "Nosotros teníamos un tercio del presupuesto asignado a insumos críticos y pasamos a tener dos tercios tras la devauación. Tuvimos que hacer malabares para asegurar la provisión (de insumos y vacunas)".

No obstante, Rubinstein salió al cruce de las declaraciones de la exministra de Salud bonaerense, Zulma Ortíz, quien en las últimas horas fue muy crítica de la política sanitaria nacional. "No quiero ponerme a polemizar con Zulma, pero no es cierto lo que dice", indicó. Y negó faltantes sistemáticos de insumos.

La exministra de Vidal había dicho que desde su gestión tuvieron que comprar insumos ante la falta de provisión de Nación. "Nosotros teníamos faltantes no solo de vacunas, sino también de otros medicamentos como la penicilina para el caso de la sífilis, que esto hace referencia al Remediar. Las explicaciones sistémicas fueron miles, la realidad es que hubo retracción de programas nacionales", describió.

Rubinstein, en tanto, se defendió al señalar que "la Nación está para complementar los recursos que provee la provincia". Y dijo que "el programa Remediar no ha tenido mayores problemas". Y en ese sentido, negó faltantes sistemáticos y atribuyó algún problema aislado a la complejidad de la distribución de los medicamentos.

"Que del vademécum del exprograma Remediar faltara un medicamento puede ser, la distribución es complejísima", dijo. Pero negó un mal funcionamiento.

Por último, dijo que seguirá en política "aportando su granito" para que el radicalismo pueda "recuperar algunas banderas". (DIB)