En diálogo con los medios de comunicación, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, afirmó que la presencialidad es fundamental para garantizar el derecho a la educación tras un 2020 complejo y para abordar aquellos aprendizajes que quedaron pendientes a partir del concepto de unidad pedagógica.

"Hemos determinado que cualquier suspensión vinculada a la presencialidad la tenemos que adoptar en la mínima unidad geográfica posible, no tomar a la Argentina ni a las provincias como un todo. Esto también implica una responsabilidad de cada una de las jurisdicciones", señaló el funcionario.

El Gobierno nacional será muy concreto a la hora de aplicar políticas restrictivas en cuanto a la circulación o actividades sociales previo a tener que suspender las clases presenciales, porque la escuela es un espacio priorizado.

"Es importante dejar en claro que todos los pasos que hemos dado se vinculan a un regreso seguro, con la aplicación de los protocolos; y en las escuelas de todo el territorio lo que ha sucedido es que detectamos casos de contagio, que no necesariamente se han producido en las escuelas. Estamos en una pandemia, pero la escuela es uno de los espacios donde se puede proyectar un regreso seguro, que disminuya a su mínima expresión la posibilidad de contagios", dijo Trotta.

Por otra parte, destacó que los protocolos son estrictos y que desde Nación se opusieron a la voluntad de la Ciudad de Buenos Aires de modificarlos. "Los pasos que estamos dando hoy se vinculan a la experiencia y se dan con enorme responsabilidad y cuidado.Cada decisión la tomamos con la evidencia que teníamos en ese momento; en ningún momento especulamos con la salud y en ese sentido fueron decisiones sanitarias, no educativas", concluyó.