Juancito es el nombre ficticio (por razones legales) de un niño cuyo futuro se está resolviendo en dos jurisdicciones legales, la española y la argentina.

Nació hace 7 años en Madrid, fruto de la relación entre dos olavarrienses que se casaron aquí y emigraron en busca de mejores horizontes al continente europeo.

Al año de vida su mamá M.V.F. se separó de su papá, decidió regresar al país y el pequeño quedó en medio de una disputa entre ambos que hoy se dirime los estrados judiciales.

La Justicia ibérica en primer término falló a favor de los intereses de la madre del niño, y ambos pudieron regresar a la Argentina.

Ante una apelación paterna revocó la decisión y ordenó la restitución de "Juancito" a su padre, pronunciamiento que fue ratificado por el Juzgado de Familia Nº 1 de Pilar y la Cámara de San Isidro, que es el lugar donde M.V.F. se estableció por cuestiones laborales.

La defensa de la madre fundamentó su postura en que tanto la Justicia española como la argentina no han respetado lo estipulado por la Convención Internacional Sobre los Derechos del Niño.

La doctora Eloisa Raya, patrocinante de M.V.F. habló de la disputa con este Diario y se quejó de que ni la Justicia española ni su par argentina han atendido los deseos del menor que es permanecer en el país y con su madre.

"La mamá del niño se vino a la Argentina, el papá pidió un proceso de restitución y tuvo que volver. Estuvo un tiempo en España, mientras se definía la situación legal porque el expediente se tramita allá. La Justicia española dijo que el cuidado personal del pequeño correspondía a la madre y pudieron radicarse en el país" resumió la doctora Raya.

La apelación del papá derivó en una revocación de ese fallo.

"La Justicia argentina rechazó el pedido de la madre, porque el niño no quiere regresar a España, y no tuvo en cuenta una acepción en el Convenio de La Haya donde dice que si el niño no quiere volver los jueces deberían atender sus deseos" argumentó la letrada.

El pasado miércoles 23 de septiembre la Justicia notificó a M.V.F (sobre quien pesa un bozal legal) que debe volver a España en el término de 15 días con su hijo.

"Entre las medidas que dictó la jueza de Pilar no aclara unas cuantas situaciones. Cuando se ordena la restitución del niño debe estar pautado que el padre le asigne un departamento a la mamá, porque la madre no puede perder el contacto con su hijo. Nada de eso figura, entonces estamos como en ascuas. ¿Adónde va a ir M.V.F., adónde se va a alojar, con qué plata?" se preguntó la doctora Raya.

"M.V. presentó un recurso extraordinario a la Suprema Corte bonaerense, porque la Cámara también ordenó que la madre vuelva con el menor a España. En las dos instancias, tanto en la española como en la argentina, el caso está en la corte" dijo.

De resultar adverso también este recurso, M.V.F. podría llegar hasta la Corte Suprema de la Nación, aunque en tal caso su patrocinante anticipó que "si bien la mamá planteó una reserva del caso federal, el tema es que antes de llegar se haría efectiva la medida, porque el hecho de recurrir a la Corte no suspendería el procedimiento de ejecución".

En principio la jurisdicción que tiene más peso es la española, "porque ellos establecieron el último domicilio conyugal y fue allí donde tanto M.V.F. como su ex marido plantearon toda la concurrencia en cuanto al cuidado personal del niño, los criterios de comunicación y otros, entonces la Justicia argentina de alguna manera depende de las resoluciones españolas".

La Justicia argentina instó a la madre que deje al niño cinco días antes del viaje en el Juzgado "a custodia del personal del juzgado, lo cual es una auténtica barbaridad. Otra situación violatoria de los derechos del niño".

Para la Justicia el deseo de la madre o la forma en que plantee su futuro "es totalmente irrelevante" acotó la doctora Raya, "como también han sido irrelevante los deseos del niño, por lo cual la M.V.F. planteará -de ser necesaria- una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos".