El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en octubre el costo de los productos que componen la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó un 8,6%. Esto determinó que una familia compuesta por dos adultos y dos hijos menores necesitara ingresos por $160.603 para no caer en la indigencia. Por otro lado, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) subió 8,1% en el mismo período, lo que implicó que el mismo grupo familiar necesitara contar con ingresos por $345.295 para no caer por debajo de la línea de la pobreza. En cuanto a la inflación minorista, en octubre ascendió al 8,3%, por debajo del 12,7% de septiembre y el 12,4% de agosto. Dentro de este contexto, el rubro Alimentos y Bebidas mostró una suba menor al índice general, con un 7,7%. La CBA, que mide la evolución de los precios de productos alimenticios necesarios para la subsistencia, acumuló un incremento del 139% en los primeros diez meses del año, contra una inflación general del 120%. 

Por su parte, la CBT, que mide los ingresos necesarios para pagar alimentos y bebidas, indumentaria y servicios de una familia tipo, subió 126,4% entre enero y octubre, impulsado por el alza en el transporte y la indumentaria. La diferencia entre una canasta y otra radica esencialmente en que las tarifas de los servicios públicos y el transporte tuvieron menores aumentos que los alimentos.

 El Gobierno nacional implementó a mediados de septiembre el reintegro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) por la compra de productos que forman parte de la canasta de alimentos, medicamentos, higiene personal y limpieza del hogar. Este beneficio fue extendido a más de 2,5 millones de trabajadores informales que cobran el refuerzo para ese sector, quienes ingresaron en el Programa Compre Sin IVA a través de los consumos que realicen con sus tarjetas de débito. Hasta el primer semestre del año, el 40,1% de los habitantes del país se encontraban bajo la línea de pobreza, de los cuales el 9,3% eran indigentes. Esto representa a 18,4 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales uno de cada cuatro es indigente. Además, la pobreza afecta especialmente a los menores de 16 años, alcanzando al 60% de este grupo, según cifras del Indec. Estos datos superaron las cifras del cierre del 2022, donde la pobreza alcanzó el 39,3% y la indigencia el 8,1%, según el Indec.