Esta situación, claro, no pasó inadvertida para quienes estaban siguiendo la ceremonia del funeral de Aretha Frankin desde sus casas y la imagen de aquel momento se convirtió en una de las más compartidas en las redes sociales, con el hashtag #RespectAriana, en alusión a la canción que Franklin grabó en los años sesenta y que se convirtió en un himno.

Poco después, el Obispo Charles Ellis, pastor en el Templo Greater Grace, se disculpó con la artista después de "sobrepasar los límites".

"Nunca se me ocurriría tocar el pecho de nadie", dijo a los medios estadounidenses. El líder religioso también admitió que tal vez "excedió los límites".

El obispo también se disculpó por los comentarios sobre el nombre de la estrella del pop. "Cuando vi el nombre de Ariana Grande en el programa, pensé que era una nueva opción del menú de Taco Bell", una popular cadena de comida rápida mexicana en Estados Unidos, dijo. (La Nación y El Mundo)