Este nuevo estudio se une a un número cada vez mayor de investigaciones que indican que la carencia de luz solar influye en la forma en la que se desarrollan los ojos infantiles, y que puede asociar dificultades visión.

Para llevar a cabo este estudio, investigadores del King's College de Londres, y de la también londinense School of Hygiene and Tropical Medicine, han realizado exámenes visuales a más de 3.100 europeos adultos (hombres y mujeres), les han preguntado su nivel de formación y cuánto tiempo habían estado (de media) en exteriores en varios momentos de su vida.

De acuerdo con sus datos, aquellos que habían pasado más tiempo al aire libre entre los 14 y los 19 años, tenían menos probabilidades de padecer miopía. La exposición a la luz solar por encima de los 30 años también demostró tener efectos beneficiosos. Esta relación se mantuvo fiel incluso cuando los investigadores consideraron la educación como indicador del tiempo que los participantes habían pasado leyendo y mirando las pantallas.

Aunque los datos de este experimento no son suficientes para poder afirmar, de una manera categórica, que recibir poca luz solar es causa de miopía, los investigadores de este estudio sostienen que, de alguna manera, la luz solar afecta en la forma en la que los ojos se desarrollan en la infancia y la adolescencia.

Los expertos recuerdan, no obstante, que es fundamental proteger los ojos de los rayos dañinos del sol, con gafas de calidad, que filtren los rayos UV.