Militantes y seguidores de la facción arcista del Movimiento Al Socialismo (MAS) se presentaron en las puertas del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en La Paz, con el objetivo de exigir el reconocimiento oficial de las resoluciones adoptadas durante el congreso nacional de su partido, celebrado a principios de mayo en la ciudad de El Alto. Armados con banderas y vociferando consignas, los miembros de los 20 distritos paceños expresaron su apoyo decidido al evento y a las decisiones tomadas en favor del presidente Luis Arce.

Este congreso de El Alto marcó un momento crucial para el MAS, al elegir a Grover García como nuevo jefe nacional del partido, tomando el relevo de Evo Morales, quien ha liderado el MAS desde 2017. La validez de este congreso está ahora en manos del TSE, que recibió un informe técnico del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde), el cual supervisó el evento. El informe, después de haber sido evaluado, será la base sobre la que la Sala Plena del TSE decidirá si acepta o no las resoluciones del congreso.

La tensión en torno a esta decisión se incrementa ya que, si el TSE valida el congreso de El Alto, el ala evista del MAS ha anunciado que tomará medidas drásticas, incluyendo protestas en las carreteras. Esta situación pone de manifiesto la división interna dentro del partido y la importancia de la decisión del TSE en el futuro político del MAS y de Bolivia.

Los seguidores del MAS Arcista han declarado su intención de organizarse para defender las resoluciones de su congreso, en un claro indicativo de las tensiones y desafíos que enfrenta el partido a nivel nacional. La decisión del TSE, que se espera para esta semana, será determinante en cómo se resuelven estas divisiones internas y en la dirección futura que tomará el partido.