La creciente escasez de diésel en Bolivia ha provocado una crisis en varios sectores productivos, especialmente en la minería y el transporte pesado. Los mineros se sumaron a la marcha liderada por el expresidente Evo Morales, exigiendo una solución inmediata al problema del desabastecimiento de diésel que afecta su actividad productiva.

El secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Gonzalo Quispe, reconoció que el abastecimiento de diésel aún no se ha regularizado, lo que ha generado preocupación entre las cooperativas mineras. “Estamos tratando de regularizar, se ha atendido, pero aún falta coordinación para solucionar este tema”, afirmó Quispe, advirtiendo que si no se garantiza el suministro del combustible, las operaciones mineras podrían paralizarse.

La situación también ha afectado gravemente al transporte pesado, un sector clave para las exportaciones e importaciones del país. Transportistas han reportado largas filas en los surtidores, particularmente en las zonas norte y sur de la ciudad de Santa Cruz, donde la falta de diésel ha obligado a muchos conductores a esperar horas para poder cargar combustible. Según los transportistas, las filas han sido constantes, pero en los últimos días se han vuelto “más largas” y preocupantes.

El desabastecimiento de diésel no solo está afectando la movilidad de los vehículos, sino que también pone en riesgo la continuidad del comercio exterior de Bolivia, dado que el transporte pesado es fundamental para el flujo de mercancías hacia y desde el país.

La crisis de combustible ha encendido las alarmas en ambos sectores, que esperan soluciones rápidas para evitar un colapso de sus actividades productivas.