El expresidente Evo Morales ha denunciado públicamente un supuesto intento de magnicidio en su contra, que habría ocurrido en las primeras horas del domingo, a las 6:20 a.m., en el municipio de Shinahota. Morales relató que, mientras se dirigía a Lauca Ñ para participar en su programa dominical, su vehículo fue interceptado por dos camionetas, aparentemente de tipo Tundra. Según su testimonio, de estos vehículos descendieron cuatro personas encapuchadas, vestidas de negro y portando armas de fuego, quienes abrieron fuego en su dirección.

Morales vinculó este incidente con el reciente cambio de mando militar en el país. Según el exmandatario, la remoción de los anteriores jefes de las Fuerzas Armadas fue motivada por su negativa a ejecutar una supuesta orden de detención en su contra. “Me llamaron y me comuniqué con dos militares y policías patriotas, yo diría…”, indicó Morales en su declaración. Además, sugirió que el presidente Luis Arce, junto con los ministros de Gobierno y Defensa, se habrían reunido con el objetivo de “eliminar a Evo Morales”.

Este supuesto intento de atentado se produce en un contexto de intensificación de las tensiones políticas y sociales en Bolivia, con bloqueos y enfrentamientos en varias regiones del país. La denuncia de Morales agrega un nuevo elemento de conflicto y subraya las divisiones internas dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) y la situación de polarización que enfrenta el país.

Hasta el momento, el Gobierno no ha emitido una declaración oficial en respuesta a estas acusaciones.