Los bomberos en San Javier, Santa Cruz, celebran la llegada de la tan esperada lluvia que ofrece un respiro en la lucha contra los devastadores incendios que han afectado a más de 15,000 hectáreas en la región. La precipitación es un alivio significativo en medio de una crisis que ha puesto al oriente boliviano en alerta roja.

La situación es crítica en las regiones de San Matías, San Ignacio, San Rafael, Concepción, El Puente, San Javier, Roboré y San Ramón, donde los incendios forestales de gran magnitud continúan arrasando vastas áreas. En respuesta, 510 bomberos forestales están movilizados, trabajando incansablemente para controlar las llamas y proteger a las comunidades afectadas.

La alerta roja se ha declarado en 49 municipios, de los cuales 45 están en Santa Cruz y 4 en Beni, lo que refleja la gravedad de la situación. Las autoridades locales y nacionales están coordinando esfuerzos para mitigar los efectos de estos incendios y brindar apoyo a las zonas afectadas.

La llegada de la lluvia en San Javier es un signo esperanzador y un impulso moral para los equipos de emergencia que luchan en primera línea. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada y se insta a la población a mantenerse informada y seguir las indicaciones de las autoridades.