El Movimiento Al Socialismo (MAS) evista llevó a cabo un ampliado en Cochabamba con la presencia destacada de Evo Morales, expresidente de Bolivia y actual líder del partido. En este evento, Morales expresó una severa advertencia respecto a las acciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE), argumentando que si este organismo aprueba el congreso realizado por la facción arcista en El Alto, se configuraría un "genocidio al movimiento político e indígena", además de un "atentado a la democracia".

Este encuentro se realizó en un contexto de división dentro del MAS, luego de que la facción liderada por el presidente Luis Arce eligiera a Gróver García como nuevo presidente del partido. La declaración de Morales subraya la profunda preocupación por la legitimidad y las implicaciones de tal reconocimiento por parte del TSE, considerado por él como subordinado al gobierno actual.

El expresidente llegó al coliseo de La Coronilla en Cochabamba en una caravana, siendo recibido por centenares de seguidores portando wiphalas y banderas del partido, demostrando la movilización y el apoyo de su base. En su discurso, Morales enfatizó la autenticidad y la dedicación democrática de sus seguidores, contrastándolos con aquellos que, según él, podrían estar siendo coaccionados por el gobierno de Arce.

El evento sirvió como plataforma para que Morales y sus seguidores evaluaran la situación política del país y discutieran estrategias, no descartando la posibilidad de movilizaciones futuras en respuesta a las decisiones del TSE. Esta reunión no solo refleja las tensiones internas dentro del MAS, sino también la volátil dinámica política de Bolivia, donde las decisiones de las autoridades electorales pueden tener profundas repercusiones en la estabilidad del país.