El economista Luis Fernando Romero Torrejón, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, presentó un análisis sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia, revelando datos alarmantes sobre su estado y uso. Según el informe del Banco Central de Bolivia (BCB), al 31 de diciembre de 2024, las RIN alcanzaron los 1.976 millones de dólares, con un 96% correspondientes a reservas de oro y solo un 2% a divisas líquidas, equivalentes a 46,8 millones de dólares, suficiente para cubrir apenas una semana de importaciones de combustibles.

Caída de las divisas y riesgo macroeconómico

Romero destacó que, aunque las RIN crecieron un 16% respecto a diciembre de 2023, este incremento fue impulsado exclusivamente por el aumento del valor del oro en los mercados internacionales. En contraste, las divisas líquidas cayeron un 73% en 2024, debido al uso de estos recursos para financiar el gasto corriente estatal. El déficit del sector hidrocarburífero, con importaciones superando exportaciones en 502 millones de dólares, y el flujo negativo por deuda externa de 997 millones, agravan aún más la situación.

El fracaso de la Ley del Oro

El economista también cuestionó la efectividad de la Ley 1503, conocida como Ley del Oro. Durante su vigencia, el BCB adquirió 14,54 toneladas de oro fino del mercado interno en 2024, pero esta cantidad no logró compensar la pérdida de 32,97 toneladas de reservas monetizadas entre agosto de 2023 y agosto de 2024, utilizadas para cubrir el déficit fiscal. Esto representa una recuperación de solo el 57% del oro vendido, mientras que el volumen total de reservas de oro cayó en 4% en 2024, alcanzando 22,53 toneladas al cierre del año.

Romero criticó que esta ley ha dependido exclusivamente de las fluctuaciones en el valor del oro en los mercados internacionales, mientras que su implementación no ha fortalecido las reservas, ni ha generado estabilidad económica.

Perspectivas económicas preocupantes

El análisis advierte que la situación económica se encuentra en un estado crítico, con problemas de solvencia y liquidez del gobierno nacional, especialmente en dólares. Romero señala que las RIN no deberían ser usadas como “caja chica estatal”, una práctica que ha reducido las reservas en un 87% desde 2014, poniendo en riesgo la estabilidad macroeconómica del país.

El economista concluye que Bolivia enfrenta un posible default, crisis de balanza de pagos y devaluación, lo que podría generar menor crecimiento económico, mayor desempleo, inflación y aumento de la pobreza. Estas declaraciones exigen atención urgente a las políticas económicas del país y una gestión más eficiente de los recursos financieros.

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