Tiempo atrás, el director de Cultura de La Madrid, Bernardo Antía, estuvo en una reunión en Bahía Blanca con Enrique Abogadro, ministro de Cultura de CABA y mantuvo una charla con los técnicos del teatro municipal de Bahía Blanca, entre ellos a José Luis Gadi, que viajó para conocer la Sala "Alfredo E. Chiste" y analizar el espacio teniendo como objetivo recuperarlo.

"Hará un análisis del lugar y qué se podría hacer para lograr que pueda tener funcionamiento continuo nuevamente", detalló el funcionario y destacó que el profesional intervino en la reapertura de los teatros de Pigüé, Guaminí y Punta Alta, entre otros.

"El sueño es poner a funcionar nuevamente la sala y que se vuelva un espacio habitual para los lamatritenses, como ocurre con el balneario o la plaza", enfatizó Antía.

"Las intenciones están, somos optimistas. Tenemos que esperar el informe para planificar los trabajos y ver cuáles son las inversiones que hay que hacer en el lugar", señaló el director de Cultura aunque se mostró cauto con la posibilidad de la reestructuración.

Detrás de escena

"El teatro está muy bien y soy optimista, se puede poner en valor en poco tiempo", se animó José Luis Gadi.

"La base ya está sólo hay que ponerlas en valor", mencionó. "Estructuras como esta están más pensadas para el cine que para el teatro porque tiene una forma de cajón pero sin dudas se puede adaptar de la mano de la tecnología", enfatizó el profesional.  

"Hace 25 años que soy técnico teatral en Bahía Blanca", contó Gadi. "El teatro no formaba parte de mi proyecto laboral pero el devenir del universo me llevó. Soy carpintero pero en poco tiempo me pude adaptar y hace ya mucho tiempo que estoy en esto y llevándome muy bien con el teatro", detalló sobre su vida y profesión.

"El lugar como edificio tiene que ser cálido y contar con la infraestructura necesaria para darle la posibilidad a los actores de lucirse", planteó y a la vez remarcó la importancia del equipo de trabajo "para que la propuesta artística sea bien transmitida al público desde las luces, la maquinaria escénica, el volumen… hay que trabajar para el público", apuntó.

"La sensibilidad de los técnicos le llega al artista y ahí se produce una comunión que es en beneficio del público que es el que pone el dinero para que la maquinaria siga funcionando", marcó.

"Hay que abrir el teatro. La gente vuelve si hay posibilidades de que en el escenario haya actividades; el espacio debe estar disponible y que la gente se acostumbre a que hay cosas y en algún momento la misma gente te va a pedir que haya cosas. Hay que generar el hábito pero no hay una fórmula, al público hay que habituarlo a que el lugar está disponible y que ellos elijan venir", concluyó Gadi.