Cecilia fue, junto con Ailín Garay -que fue primera en su divisional-, la representante lamatritense en la prueba de Open Water. Tuvieron que enfrentar un mar bravío, con vientos importantes y con olas muy grandes, que cortaban muy rápido.

A Vicente se la nota relajada, contenta más allá de haber alcanzado el segundo lugar del podio en su categoría.

"Me fue rebien. Nunca había hecho una carrera de aguas abiertas y no nado en el mar habitualmente. Me invitó una amiga y no lo pensé, me anoté en 3.500 metros. El sábado nadamos junto a guardavidas y me di cuenta que no era tan sencillo; el domingo el mar estaba bravísimo, pero estaba tranquila y me metí como a jugar, como un día común, a pasar las rompientes", describe sobre la carrera.

"Por el viento no se habían puesto boyas, así que no teníamos referencias. Yo iba nadando por la costa, algunos se fueron más adentro y otros se metieron como en un canal, pero yo no me animé... fue darle y darle hasta ver el final", cuenta Vicente.

"Cuando empezaron a entregar los premios me sorprendí porque quedé segunda, pero es anecdótico. Lo lindo fue la experiencia, me divertí y lo disfruté", resume.

"A mí me gusta el triatlón, pero el hecho de ir y hacer una carrera dura y después no hacer las otras pruebas de bicicleta y correr también es una alternativa", dice sobre la competencia, pero aclara que "la prioridad es el tria y tengo tres programados: en enero, dos con distancia olímpica; y en marzo, un Ironaman".

"Lo que me dejó conforme es que la distancia de esta carrera es la del full Ironman y tendría que haber corrido y pedaleado. Me sentí entera cuando salí del agua y podría haber explotado mucho más, no me cansé", menciona Cecilia Vicente.

Detrás de cada competencia

Cecilia Vicente es profesora y desde hace algunos años decidió combinar la pasión por el deporte y la fortaleza mental para participar de competencias de larga duración que combinan natación, pedetrismo y ciclismo en una sola disciplina.

"Estás todo el día pensando, aunque te pasan un montón de otras cosas en la diaria. Al que se entrena para algo lo atraviesa siempre la competencia", señala sobre cómo "juega" en la mente la cercanía a una prueba. "El entrenamiento a la mañana te libera, porque si no estás pensando constantemente", agrega.

"El entrenamiento es satisfactorio. No tenés chances de aburrirte y pensás en volver a entrenar", confieza.

"Todos los que entrenan para algo están pendiente de la competencia, pero la ansiedad se regula. Yo había arrancado con meditaciones, clases de may fitness; soy más ansiosa para otras cosas que para el deporte, tampoco soy muy autoexigente; sé mis limitaciones y trato de hacer lo correcto, siempre me quedo conforme con lo que doy", se describe.

"Sentirse conforme con lo que uno hace es clave en el deporte. Las personas que piensan que aunque lo dieron todo podrían más, te condiciona. Yo siempre estoy conforme: hay días que voy más predispuesta y salen mejor las cosas, hay otros que sólo pienso en cumplir y eso me conforma y, aun teniendo un mal día, el cumplir con el entrenamiento te reconforta y te da animo", sostiene.

"La clave está en disfrutar lo que estás haciendo y tratar de ser bueno con vos mismo", cierra Cecilia Vicente.