Desde que se creó el Partido de Bolívar, con su ciudad cabecera San Carlos, es que se adoptó a Borromeo como el Santo Patrono. Aunque en el pasado los festejos eran más multitudinarios, la celebración ha perdido parte de su convocatoria con el paso del tiempo. La Iglesia, que antes tenía una mayor influencia en la población, ha visto disminuir su ascendencia, lo que plantea desafíos para mantener viva esta tradición.

En la misa posterior a la procesión, predominaba la asistencia de personas mayores, algunos de la tercera edad, y varios menores de 50 años. Muchos de estos últimos acudieron para acompañar a sus hijos o familiares que desfilaban durante el recorrido. Esta tendencia enciende una alarma sobre la necesidad de renovar y mantener el interés de las generaciones jóvenes en este tipo de eventos, ya que, de lo contrario, podrían desaparecer en las próximas décadas.

La educación juega un papel importante en esta cuestión, y las escuelas de la ciudad podrían desempeñar un papel clave al educar a los niños sobre la figura de San Carlos Borromeo. Los dos colegios privados con ascendencia católica deberían integrar de manera más prominente la historia del patrono en sus programas de educación religiosa para motivar a los estudiantes desde una edad temprana.

La elección de la fecha para organizar este tipo de eventos también debe tener en cuenta el contexto. Es importante considerar eventos importantes o deportivos que puedan competir por la asistencia de la gente. En esta ocasión, algunos aficionados al fútbol podrían haber optado por ver la final de la Copa Libertadores en lugar de asistir a la procesión.

A pesar de los desafíos que enfrenta la celebración, la procesión continuó su tradición. Durante el recorrido por la avenida Belgrano, se entonaron cánticos y se destacó la participación del Hogar Ito, que encabezó la procesión. Además, las diversas colectividades, como la de Castilla y León, Casa Balear, la Sociedad Italiana y República Dominicana, estuvieron presentes con sus banderas.

La celebración culminó con una gran fiesta en el Centro Cívico y Plaza Alsina, donde los Scouts colaboraron en la preparación de choripanes, y los artesanos locales exhibieron y vendieron sus manualidades. La música y el ambiente festivo se prolongaron hasta casi la medianoche, a pesar de la disminución de la asistencia en comparación con ediciones anteriores.

La celebración de San Carlos Borromeo sigue siendo un evento significativo en la ciudad de San Carlos, y la comunidad espera que nuevas generaciones se involucren y mantengan viva esta tradición en los años venideros.