"Levantar la medida era como reconocer el error, entonces redoblaron la apuesta en un contexto electoral y con enorme sensibilidad respecto de inflación en la calle". La frase es de Lisandro Falabella, productor y presidente de la Sociedad Rural de Olavarría, en referencia a la prórroga de las restricciones a las exportaciones de carne que el Gobierno nacional extendió hasta el 31 de octubre.
En la misma línea se ubicó el ingeniero agrónomo, administrador y productor Fabricio Lacoste, quien aclaró que no se dedica a la ganadería pero asesora a muchos productores olavarrienses. "Olavarría tiene una importancia ganadera y aunque no soy perjudicado directo, esto también nos afecta a todos", dijo.
En su análisis, expuso que "esta decisión era esperable en un clima electoral. Son medidas que le dan rédito ahora, pero es a muy corto plazo porque las consecuencias las vamos a pagar en unos meses, cuando se termine la carne el mercado va a pagar factura". En definitiva, "estamos todos afectados: los productores, los técnicos y también los consumidores".
Lo cierto es que el Gobierno nacional prorrogó hasta el 31 de octubre próximo la medida que había sido puesta en marcha hace casi tres meses meses, cuando se detectaron fuertes subas en los precios de mostrador y con la que se busca corregir las irregularidades en los valores internos de comercialización.
A partir de la resolución 7/2021 se limitaron los embarques de carne vacuna hasta un 50 por ciento del promedio despachado el año pasado. La decisión del Gobierno es continuar con el freno a las subas en los precios minoristas, aliviar las tensiones entre el mercado interno y externo, y corregir irregularidades en las operaciones al exterior.
La medida tomada por la actual gestión de Alberto Fernández llevó a que en Olavarría se realizara el Consejo Directivo Abierto de la Carbap con el eje puesto en esta realidad. Hubo productores que vinieron desde distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires y La Pampa, y referentes de frigoríficos.
El impacto
"Lo que afecta es el nivel de previsibilidad de la empresa porque este es un negocio que se maneja a largo plazo: se piensa de acá a 8 y 9 meses o a 1 año. Entonces que corten de un día para el otro las exportaciones perjudica muchísimo", analizó el Ing. Agrónomo.
Para Lisandro Falabella, lo preocupante es que "desde el Gobierno dicen que van a liberar las exportaciones el día que bajen los precios, como si hubiera un grupo de empresarios que se pone de acuerdo para subir los precios en contra de la gente".
Explicó que "el productor se rige por un mercado perfecto: oferta-demanda-precio. Cuando el animal está gordo y listo para vender no se puede guardar, se tiene que ir. En la medida que no lo venda empieza a agrandar los costos porque alimentar a un animal que está listo hace que la ecuación termine dando mal. El productor no puede especular mucho, no es como la soja o el trigo. En ganadería, cuando el animal está listo se vende, sino se lo comen los costos".
Además, analizó que "la carne está en el candelero, pero en realidad todo aumenta y lo que no aumenta es porque tiene la intervención del Gobierno con subsidios a la economía".
Así, el presidente de la SRO dijo que "la carne aumenta porque hay demanda, por eso digo que la gente la consume y que está dispuesta a pagar lo que paga".
En el caso del freno a las exportaciones, analizó que "va por otro camino porque la exportación se lleva todo lo que no comemos nosotros, que es vaca. No hay ningún argentino que coma vaca, eso se lleva a China donde tienen una forma de cocinar la carne diferente a la nuestra. Por eso se lleva el novillo pesado, el resto (los cortes parrilleros) queda para consumo interno".
En definitiva, "con el objetivo de controlar la inflación, el daño que se hace es incalculable".
A corto plazo
"La medida es de corto plazo", coincidieron los dos productores. Pero además, para Falabella "lo que generamos con esto es un aumento de la oferta porque de diez partes, tres se exportaban y siete se consumían. Esas tres partes ahora se vuelcan al mercado interno así no haya demanda para lo que es la vaca, entonces así se genera un enfriamiento en los precios pero se desestimula la inversión. Generan un aumento en la oferta y carne barata antes de las elecciones".
Lo perjudicial es a mediano plazo, explicaron ambos consultados por este Diario. "Le están dando al consumidor carne barata hoy, pero mañana no va a haber carne directamente".
El titular de la Sociedad Rural de Olavarría explicó que "habían llegado las exportaciones al 30% del total faenado que era una cifra históricamente alta. Y de ese 30%, el 75% era vaca que nosotros no comemos. O sea, se ha hecho un daño tremendo para volcar a la oferta de los cortes para el consumo interno".
Esa cifra histórica se consiguió ya durante la gestión de Alberto Fernández, pero para Falabella fue consecuencia de la gestión anterior donde "se liberó el mercado de carnes. Se hicieron inversiones en frigoríficos, se contrató y capacitó personal... Abrir un mercado exportador no es levantar un teléfono y ya lo tenés, sino que hay que desarrollar, conocerse, establecer el vínculo. Una vez que uno libera todo, después las inversiones van moviendo la aguja despacito. Eso fue subiendo hasta llegar a esa cifra".
Por su parte, Fabricio Lacoste apuntó que todo el proceso productivo está en juego y además, todos los sectores se ven afectados. "Esto es una cadena que viene de meses atrás, ese novillo que tiene el productor terminado para salir, esos kilos demás los está regalando y es tremendo para la empresa porque fueron meses de trabajo, de dar alimento, eso lo están perdiendo todo".
Y ejemplificó que "en un mes vamos a empezar a sembrar maíz para el consumo regional y se genera también una brecha entre lo que vale el maíz y lo que se paga la carne. Cuando un eslabón se corta genera desequilibrio en toda la cadena productiva. Hoy hay que decidir si siembro maíz o no para cosechar en mayo o junio del año que viene para engordar los terneros que están naciendo ahora".
Lo que falta "es incentivo para el productor para invertir y prever para el año que viene, por eso las consecuencias se van a ver en unos meses, cuando no haya carne".
¿Cómo se sigue a partir de ahora? "La parte fuerte del Gobierno es que sabe que no podemos hacer paro. A lo sumo diez o quince días pero si no terminamos perjudicándonos nosotros porque la carne que no se come hoy, no se come mañana. Pero por otro lado no queda otra opción que llamar la atención de esta forma porque no se toma dimensión de lo que se ha hecho".