En una primera parte, hablamos respecto de la gran cantidad de criaderos clandestinos de perros en Argentina que fueron desmantelados. En esta segunda parte, nos centraremos en la "moda" de comprar un perro. El por qué y las consecuencias, para los animales claro. 

Los últimos establecimientos desmantelados criaban perros salchicha, caniche, chihuahua y siberianos, pero las razas más requeridas van variando a lo largo del tiempo por diferentes factores.

"Las más habituales van cambiando por una cuestión de espacio y de 'modas', por decirlo de algún modo. Hoy son el bulldog francés, el bulldog inglés y el yorkshire terrier, entre otros. Los salchichas son un clásico, como el caniche o el chihuahua, que tienen sus altibajos. Hoy lo que está pasando con los salchichas es que al incorporar colores hay una revitalización de la raza", dijo Miguel Ángel Nodar, presidente del Kennel Club Argentino, el único registro oficial canino del país. 

Se entiende que las modas devienen del cine, de las celebridades, de la sensación de pertenecer a una determinada clase social por tener tal o cual perro de raza. 

Antes las razas se ponían de moda por propósito, como los perros de trabajo para una actividad en particular, y eso era bueno porque el animal tenía una utilidad que indirectamente respetaba su bienestar ya que vivía para el fin específico para el que fue creado. Hoy, en cambio, la moda de las razas tiene más que ver con su estética, y se cría y vende por demanda: "A la gente le gusta el bulldog francés porque es pequeño y tiene cara graciosa, pero se olvidan que el perro tiene necesidades propias que muchas veces su diseño, o mejor dicho su mal diseño, no le permite cubrir. Por ejemplo, en el caso del bulldog francés, la comunicación y la socialización, con todo lo que eso representa para su bienestar emocional y social. Otro ejemplo es el border collie, un perro de trabajo que a la gente le gusta, lo compra y el pobre animal vive en un departamento de uno o dos ambientes cuando en realidad fue diseñado para vivir en el campo. Los criaderos pululan a demanda de la gente que ve a las celebrities o influencers con perros de esas razas por las redes o publicidades, y por una cuestión aspiracional quieren ese mismo perro. Las modas dirigen la oferta y eso es muy malo para el bienestar animal, porque no es una moda racional, sino emocional", dijo.

Las consecuencias de dejarse guiar por el criterio estético a la hora de elegir un perro son sobradamente conocidas por todos. A juzgar por el terrible número de perros abandonados, hacerse con un can por un capricho momentáneo sigue estando a la orden del día, y deshacerse de él también. Sin embargo, la influencia de la mano del hombre en el mundo animal no se encuentra solo en las desoladoras imágenes de perreras, el inmenso trabajo de las proteccionistas o animales vagando por la ciudad a la deriva. 

"Los criaderos proliferan cada día más porque es un negocio fácil que nadie regula. Con un par de ejemplares, un macho y una hembra, se puede iniciar un negocio muy redituable y muy inescrupuloso. En este momento están de moda las razas chicas, como los caniches, los salchichas y los bulldog francés, que son los más requeridos por una cuestión de espacio y de costos, pero cada época tiene su raza de moda", comentó Graciela Finoli, presidenta de la Fundación para la Defensa y Control del Animal Comunitario (Fundaco).

Adoptá, no compres. La tercera parte de este tema será con eje en las enfermedades que padecen esos animales por las adaptaciones genéticas que sufren a pedido de "las modas".