La investigación comenzó con la toma de temperatura de todos los asistentes antes de ingresar al recinto, a los que se les instaló un rastreador de contacto para seguir sus movimientos, además de mascarillas especiales.

También se usó un desinfectante fluorescente para exponer a simple vista las superficies que son más tocadas y se analizó el trayecto de las pequeñas partículas que eventualmente pueden transportar el virus por el aire.

Según informaron los investigadores, los resultados estarán disponibles en el otoño de la región norte. Télam