En el transcurso de las últimas horas el juez Martín Eugenio Céspedes, quien encabezó de manera unipersonal el TOC 1 de Azul, dictó dicha pena para José Luis Baglio, quien llegó a esta instancia en libertad. A pesar del pedido del fiscal Lucas Moyano de que se dictara la detención del condenado, el magistrado resolvió no ordenar ninguna medida de coerción hasta tanto el fallo no esté firme, producto de que considero que no existieron peligros de frustración del proceso a lo largo de la investigación que fue instruida desde la Unidad Funcional de Instrucción Nº 19 de nuestra ciudad.

En el fallo, al que tuvo acceso este Diario, se lo obligó a Baglio a "presentarse siempre que sea llamado por éste Tribunal, debiendo manifestar cual es su domicilio real del que no podrá ausentarse por más de 24 horas, sin conocimiento ni autorización previa, denunciar las circunstancias que puedan imponerle una ausencia del domicilio por un término mayor y constituir domicilio especial dentro del territorio de la Provincia de Buenos Aires".

Asimismo se lo condenó al pago de una multa de 34,800 pesos, cifra equivalente al doble del valor de dos vacas preñadas al momento del ataque. Para fijar esta suma se tomó el resultado de venta en remates generales de hacienda en categoría vaca con garantía de preñez de un sitio web del mes de julio de 2017, cuando ocurrió el abigeato.

El juez Céspedes consideró que Baglio fue responsable del delito de "abigeato agravado", por haber hecho empleo de fuerza sobre el animal, darle muerte y faenarlo en el lugar para luego apoderarse ilegítimamente de algunas de sus partes. En este marco, no aceptó la requisitoria del abogado defensor del olavarriense, el doctor Claudio César García, quien solicitó que se lo condene por los delitos de "hurto simple" y "abigeato simple".

Acerca de la prueba que demuestra que Baglio fue el autor de este abigeato, en la resolución el juez Céspedes indica que la misma se desprende, de manera inicial, de la declaración de un funcionario policial, "quien dio detalle concreto de los motivos por los cuales le resultó sospechosa la circulación de la camioneta Peugeot con cúpula (a la postre utilizada por Baglio) en una zona rural en la cual posteriormente se constatara la muerte de al menos tres animales vacunos; dos propiedad de la sucesión Ambrosio Colombo, dueña de la estancia ‘La Teresa’ y un tercero que por pertenecer a un campo vecino determinó que no fuese incluido en esta investigación".

"La presencia de Baglio en inmediaciones del lugar de hecho, en un horario compatible con el de su producción y con un medio de locomoción adecuado (camioneta con cúpula) para el transporte oculto de uno o varios vacunos faenados, el cual además tenia signos de llevar peso en su caja de carga, se erige como un serio indicio de oportunidad", se agregó.

"Si a este elemento, importante por si solo, se le agrega que con posterioridad a ello, las muestras levantadas sobre uno de los animales faenados en ‘La Teresa’, cotejadas con las muestras levantadas del interior de la caja de la camioneta Peugeot propiedad de Baglio –dos días después- arrojan una incontrastable coincidencia genética, la prueba cargosa contra el imputado permite arribar con certeza a su participación en el hecho en calidad de autor", indica el fallo.

En otro tramo de la resolución el magistrado rechazó el planteo del doctor García cuando puso en dudas las conclusiones del cotejo de ADN entre las muestras recogidas en el campo y las de la camioneta de Baglio, para lo que se escucharon las declaraciones de la jefa del laboratorio de la Facultad de Veterinaria de la UNICEN, donde se realizó el estudio correspondiente que arrojó un resultado coincidente entre las dos muestras.

El abigeato

El delito por el que Baglio fue procesado y detenido en el año 2019 sucedió entre el 15 y el 16 de julio de 2017 en el establecimiento rural "La Teresa", ubicado en el camino de acceso a la localidad de Sierras Bayas. Allí fueron encontrados degolladas dos vacas Aberdeen Angus negras preñadas. De uno de los animales se llevaron los cuartos y paletas, mientras que el restante no fue carneado. También había sido asesinado un tercer animal de otro campo.

José Luis Zárate, un policía que en ese entonces se desempeñaba en ese sector, declaró en el juicio oral realizado en los Tribunales de Azul que el 16 de julio divisó una camioneta alrededor de las 3 de la mañana en ese camino, sobre lo que manifestó que "le llamó la atención en el horario que circulaba y que no era un vehículo que conociera de la zona". Si bien no la siguió, sí recordó haberla visto estacionada en Belgrano y Celestino Muñoz, en Olavarría.

Cuando tomaron conocimiento del abigeato, dos días después se llevó adelante un allanamiento en la vivienda de Baglio, donde se encontraba la camioneta identificada por Zárate, en la que hallaron pelo negro con manchas de sangre. Estos restos fueron sometidos al cotejo de ADN que dio positivo con las muestras levantadas en el campo de Sierras Bayas.

En el juicio declararon además el encargado de la estancia, otros efectivos policiales y peritos de Policía Científica que trabajaron en el predio rural y en la vivienda allanada, además de un testigo que participó en este último procedimiento. El allanamiento en el domicilio del barrio Luján se realizó dos días después del abigeato, y allí secuestraron cuchillas, teléfonos celulares, una pinza, un alicate, una tenaza y un martillo, y pelo bovino negro.