Las repercusiones no tardaron en llegar. "Me pareció buena idea porque no hay lugar fijo y los Scouts las buscan para enviar al Garraham", explicó.

Rodrigo Araya, perteneciente a la empresa IMPO se sumó a la idea y en su horario de refrigerio realizó el canasto. Tiene forma de corazón y está ubicado en las antiguas vías del tren frente a la Escuela Nº14.

"Lo hicieron con material de descarte de la empresa y cuando estuvo terminado se los dimos a los Scouts que lo colocaron allí", relató Rocío. Además dijo que "es lindo porque es vistoso y ya tiene casi la mitad de tapitas. Es una muy buena idea" y busca que más metalúrgicos o agrupaciones sigan la idea, "espero que se contagien de otros lugares".