San Antíoco de Lyon, Santa Radegunda de Poitiers, San Casiano de Imola, Santa Gertrudis de Altenberg, San Ponciano papa y San Vigberto de Fritzlar.

Jos. 24,1-13; Mt. 19,3-12.

"¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo?". (Jesucristo, en San Lucas 9, 22-25)