Para los vecinos del barrio San Vicente uno de los puntos de referencia a la hora de resolver cuestiones vinculadas con el consumo diario a través de 37 años de historia ha sido siempre el Mercadito Gaby-Fer, de la mano de Dante Cortavarría, el "Vasquito", y una cordial manera de atender a sus clientes.

Con horario y una atención semanal ininterrumpidos, este comercio familiar ha sido una solución para los numerosos hogares que pueblan el barrio a la hora no sólo de adquirir la mercadería y las bebidas necesarias para el día a día, sino también en el momento de descubrir que nos falta algún producto necesario para la jornada.

El propio Dante Cortavarría cuenta que llegó a este rubro casi por casualidad, de la mano de un consejo de su padre: "La verdad es que ni pensaba tener el negocio. Un día mi viejo me dijo 'por qué no le comprás el negocio' a una señora que tenía el local acá en el barrio y le iba a mal".

Ese comentario le generó la inquietud. Habló y resolvió la compra del local que históricamente estuvo ubicado en Vicente López y Canaveri.

"Y en realidad ni siquiera lo compré para mí, porque lo compré para mi señora", recuerda Cortavarría sobre aquellos comienzos.

Sin embargo, una situación matrimonial derivaría en su vinculación con el almacén de manera definitiva: "Mi señora quedó embarazada de mi hija mayor y tuvo que estar en cama, así que no pudo trabajar más en el negocio. Y ahí empecé yo, hace 37 años. Me tuve que hacer cargo yo".

Siempre en "Vicente López y Canaveri", pasaron esos 37 años hasta que hace días una cuestión de fuerza mayor lo obligó a mudarse al local que hoy funciona en Alsina y Collinet, siempre en el barrio San Vicente y en la misma zona de toda la vida.

Una simple mirada o visita al Mercadito Gaby-Fer revela la relación entre Cortavarría y sus vecinos, fidelidad que habla de una relación que va más allá de lo comercial y que se explica, entre otros factores, por la cordialidad en el trato y el excelente servicio que brinda el local.

De todos modos, no siempre fue fácil, entre otras cuestiones por la pandemia del Covid-19 que obligó a readaptar costumbres y a implementar protocolos sanitarios que no fueron prácticos en un principio.

Así y todo, Cortavarría explica que "tuve épocas duras, pero siempre le pusimos el pecho".

"Hace 37 años que me inicié y nunca pensé tener un negocio, te digo la verdad, nunca lo pensé... pero se dio así y después fue mi sostén de vida", resumió.