"Antes sólo podía entrenarme en mi casa"
El deportista olavarriense Federico Chingotto, en pareja con el cordobés Juan Ignacio Tello, integra el selecto grupo de jugadores de élite del World Pádel Tour. El jugador de nuestra ciudad se encuentra actualmente en la capital de España, Madrid, uno de los principales focos del coronavirus en toda Europa y allí debe cumplir con las reglas que dispone el gobierno.
Por tal motivo el circuito de pádel, al igual que toda la actividad deportiva, se encuentra paralizada. Sin embargo, el Olimpo de Oro 2016 ya puede salir a entrenar en diferentes franjas horarias, lo que le aliviana bastante la vida, aunque la vuelta a la competencia parece aún muy lejana.
Este año 2020 pintaba para ser muy bueno, al igual que el cierre del año pasado. El viernes 20 de diciembre de 2019, un joven de 22 años (cumplió recientemente los 23) plasmaba un sueño muy especial: jugar en el Estrella Damm Máster Final de World Pádel Tour ante más de 9.000 personas en las tribunas. Fede está acostumbrado a dar pasos gigantes en el mejor pádel del mundo y la cita del pasado diciembre fue un hito más de una carrera aún sin techo, plagada de éxitos.
Pero en 2020, donde iba a cumplir su quinta temporada en la élite, los planes se vieron trastocados. Sin embargo, en el futuro seguramente seguirá luchando muy fuerte para seguir derribando más muros. Dentro de este más que particular contexto, desde España, el gran deportista olavarriense contó su actualidad.
-¿Cómo es hoy la situación en España por el coronavirus?
-La situación ahora, en este momento donde yo me encuentro, que es en Madrid, es que seguimos en la fase cero, en la segunda semana de la cuarentena y no se sabe si se pasará a la segunda fase la semana próxima tampoco, por lo que sólo podemos salir en los momentos que tenemos marcados como franja horaria, que es a la mañana y por la noche.
Sí es verdad que yo tengo un permiso especial de deportista por el circuito de pádel que me permite entrenar en el horario que quiera. Hasta ahora nunca nadie me ha frenado ni nada, pero ese permiso me da la libertad para poder salir a entrenar. No puedo hacer pádel ni nada porque están cerrados los clubes, todo.
-¿El tema varía según cada ciudad?
-Claro, el estado de situación varía según la ciudad. En algunos lugares están en fase uno y en otros no. En algunos lugares se va mejor y en otros no tanto, otros evolucionan de a poquito, por lo que ese tema va variando.
-¿Cómo va el presente de tus entrenamientos?
-La actualidad en lo que respecta a mis entrenamientos es que los sigo haciendo en distintas franjas horarias. Pude por lo menos salir a correr y realizar distintos ejercicios. Eso me ayudó bastante porque antes sólo podía entrenarme en mi casa. Por eso digo que me adapté a las franjas horarias y salgo a correr en esos momentos y demás.
-¿Se sabe cuándo podría volver el circuito de pádel?
-El circuito no se sabe ni cómo ni cuándo se va a reanudar. Estamos reunidos constantemente con los jugadores y con la gente del World Pádel Tour. La idea es tratar de buscar la mejor solución posible para este momento, pero las normas vienen desde bien arriba, las baja el gobierno, y hay que esperar que todo avance un poco más para saber bien y poder tener noticias concretas sobre el tema.
-¿Qué objetivos tenías para 2020 antes de la pandemia?
-Las expectativas para este año antes de que pasara toda esta situación del coronavirus eran obviamente las de seguir escalando en el ranking. Estábamos como la pareja numero siete y primero apuntábamos a la seis, que estábamos bastante cerca.
Sin dudas que el principal desafío era el de llegar a meternos entre las primeras cuatro, que son las que siempre están peleando por los títulos y llegan a las instancias finales en todos los torneos. Pero con todo esto cambió mucho el panorama. Esperemos ver primero si se puede volver a jugar y poder disfrutar del pádel, que tanto nos gusta.
-¿Te hubiera gustado pasar el aislamiento en Olavarría con tu familia?
-En cuanto al tema de pasar la pandemia junto a mi familia, estuve a punto de volverme, pero prioricé un poco la salud de ellos porque están mis abuelos, que viven en mi casa, y yo en el vuelo podía contagiarme el virus o me lo llevaba desde acá.
Si les pasaba algo a ellos jamás en mi vida me lo hubiera perdonado y por eso decidí quedarme acá. Opté por cuidarlos a ellos, cuidarme a mí y hacer la cuarentena en Madrid.
-¿Tuviste preocupación o miedo en algún momento?
-Un poco de preocupación y miedo hubo porque el coronavirus se expandió muy rápido. Ir al supermercado y hasta salir de casa preocupaba porque los infectados eran muchísimos y había muchos muertos. Yo, por mi parte, siempre estaba un poco más tranquilo porque al ser deportista las defensas las tengo un poco más altas creo. Soy joven y eso me dejaba un poco más tranquilo.