Una vez instaladas luego de la citación, a los cinco días aproximadamente, comenzaron con los entrenamientos. Capitana de Oro habló con Manuela Durán acerca de esta experiencia en el fútbol grande.

-¿Qué te sedujo de la propuesta del Club para decidirte ir a Buenos Aires?

- La verdad que fue el hecho de decir… creo que como jugadora uno lo que más quiere es llegar a jugar en el fútbol profesional. Creo yo. Y era una oportunidad en la cual el club me daba algo. Entonces dije: Bueno, a ver, para empezar está bien. Había ido a probar a otros clubes, había quedado seleccionada, pero económicamente no te daban nada. Acá me ofrecieron un viático, me pareció bien por el hecho de que ellos estaban apostando a mí como jugadora. No me conocían y que un club de Primera División, que apueste a una jugadora de afuera es un montón, porque nadie lo hace. Ellos corren muchos riesgos, no saben si sos disciplinada o no, cómo vas a rendir en el grupo, si vas a servir o no. Y la verdad es que ellos apostaron en mí y les dije que sí, para empezar a cumplir mi sueño.

- ¿Es más competitivo el fútbol de Buenos Aires?

- El fútbol se está haciendo más competitivo y vos sabés que vas a competir con grandes equipos y grandes jugadoras y la verdad que el fútbol es totalmente distinto. Yo lo comprobé jugando dos amistosos y los primeros partidos que se dieron de la Copa. Es muy rápido el juego, tenés poco tiempo para poder pensar en lo que vas a hacer. Antes de tener la pelota ya tenés que saber lo que vas a hacer. Para las chicas del interior a veces se complica adaptarse al juego, esa es la realidad. Pero entrenado y con el apoyo del grupo se va mejorando y te vas adaptando al juego.

- ¿Cómo fue la recepción de la chicas del grupo?

- Nos recibieron con la mejor, todas, cuerpo técnico, coordinadoras. La verdad que siempre están para nosotras, todo el club. Siempre están para nosotras. En ese sentido no me puedo quejar. Obviamente que como todo equipo están a la expectativa, es una chica nueva que llega y se preguntan en qué puesto jugará. Nadie quiere perder su lugar en el equipo. Tenés que dar todo. Y si estás en el banco no quiere decir que seas mejor o peor que nadie. Sos una jugadora más y a veces puede pasar que termines en el banco por una cuestión táctica del juego. Yo vine en un puesto y terminé jugando en otro. Y bueno, fue aprender a jugar en esa posición. Siempre jugué de central y acá el técnico César Corrado, me puso de doble cinco. Un cinco armador. Eran muchas cuestiones nuevas a resolver, no podés pensar mucho, tenés que resolver rápido, pero son desafíos y creo que con el tiempo voy a ir mejorando.

- ¿Te gustó el cambio posicional?

- Todavía no me siento totalmente cómoda, pero es un lindo puesto. Tengo que ir mejorando algunas cuestiones, pero es un lindo puesto, sí.

También es cierto que estás en manos de profesionales que ven en vos condiciones en ese puesto, que podés llegar a aportar más al equipo en ese lugar, eso es muy bueno también.

Sí, la verdad que el técnico me fue cambiando en distintas posiciones en cada partido, hasta encontrar la que a su criterioyo voy a rendir más. Porque, como me dijo él, yo soy una jugadora multifacética, entonces él va a seguir probándome. No es que yo soy cinco y voy a seguir jugando de cinco siempre. Me va a poner de defensora, me va a poner de delantera, de lo que él cree que yo voy a rendir más. Así que por ahora no tengo un puesto específico. Por ahí un día antes del partido me cambia de posición.

- ¿Qué diferencias encontrás en cuanto a la práctica, al entrenamiento, con respecto a las ligas del interior?

- Uf!! Muchas. El hecho de que ya sea profesional acá cambia mucho desde lo que es un entrenamiento. Del control que llevan en cada jugadora. Vos tenés que mantener una alimentación. El lunes comenzaron a entrenar. Nos pesaron, nos midieron masa muscular. Están todo el tiempo analizándote para ver cómo tu cuerpo se va adaptando a todos los entrenamientos. Tenés que ir a entrenar a tal hora, tenés que llegar antes. Los entrenamientos son totalmente exigentes y algo importantes es que vos vas a entrenar y están todas las jugadoras. Además tenés que ir a entrenar porque tenés que ganarte tu puesto. Un entrenamiento perdido y es una posibilidad de perder la titularidad.

Y con respecto al juego es muy rápido. Exige mucha preparación física sino no aguantás el partido. Acá cambia mucho la temperatura. Entrenamos en sintétido y capas que a las cinco de la trade hace 32 grados entrenando en el caucho. Estás físicamente bien o no rendís. Acá físicamente tenés que estar al cien. Si no viene un equipo grande y no le aguantas el partido. Nos pasó cuando jugamos el primer amistoso contra River. Nos estábamos preparando, pero había muchas chicas nuevas que habíamos quedado. Les aguantamos los primeros cuarenta minutos, pero el resto del tiempo no los aguantas. Te metés a defender y ahí es cuando se empieza a descoordinar todo el juego. Pero bueno, hoy Excursionistas es un equipo que le puede dar pelea a cualquiera.