Hernán Sosa fue el último en incorporarse a la pretemporada de Racing y también el último en caer en las manos del profe Bruno Di Carlo. Su primer día en Olavarría, mientras compartía un asado con los tres o cuatro refuerzos foráneos que permanecieron en la Ciudad, pese a la licencia por el fin de semana, medio en broma y medio en serio fue advertido.

"Lo que te espera. El profe está loco" le dijo uno de los más experimentados que, se supone, ha pasado por varias puesta a punto previas a campeonatos del Consejo Federal. "Pocas veces vimos una pretemporada tan dura" le anticiparon.

El encargado de llevar adelante esos trabajos entregó un visión más técnica del trabajo que arrancó a finales de 2018. "Durante las dos primeras semanas hicimos hincapié pura y exclusivamente en la parte física. Se realizó mucho trabajo intermitente; se buscó que los jugadores trabajaran con ausencia de oxígeno y con presencia de ácido láctico para llevar adelante recorridos y situaciones propias del juego" explicó.

Di Carlo agregó que "a su vez realizaron ejercicios de fuerza en arena, cuestas y gimnasio, en todos los casos con carga".

El objetivo es común a todos los profes: entregarle al DT el punto justo para el día de poner en marcha la maquinaria. "La idea es llegar 10 puntos al 27 de enero. Con ese plan se llevó adelante la parte fuerte de la pretemporada. Hoy los jugadores se encuentran en 7 puntos, pero con el correr de estas dos semanas llegaremos en las mejores condiciones para el debut" consideró.

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