En su intimidad Gustavo Tavernini sabía que era cuestión de tiempo, que más tarde o más temprano este año debía ser el de la definitiva explosión para el azuleño Federico Delbonis, a quien tomó casi como un principiante y lo proyecto entre los mejores 50 del mundo y al número dos del ranking nacional, tras el título de este domingo en el mitológico estadio Ibirapuera de San Pablo.

Bombardeado por mail, mensajes de texto, felicitaciones en su muro de facebook, Tavernini confesó su estado de ánimo a 24 horas de su mayor logro (por ahora) como entrenador de tenis. "Uno tiene satisfacción por cumplir un objetivo y compromiso, en media hora ya entramos al gimnasio a entrenar y en unas 5 o 6 horas ya nos embarcamos en una nueva gira por los Estados Unidos".

"Esto lo comparto con la familia, y lo vivimos a la distancia, pero todos festejaron" celebró, pero entre todas las dedicatorias que hay en algún punto de la Argentina, en Olavarría, y específicamente en Loma Negra, una en especial: "Todo esto que estoy viviendo se lo dedico a la Vieja, que se está recuperando del trance que paso, con la fractura del fémur, y siempre la siento a mi lado a pesar de la distancia".

Tavernini definió este presente de Federivco en tres pasos. "Primero, este título es haber logrado parte de lo que me propuse y nos propusimos con Fede, porque esto es una carrera" dijo.

"Dos, siempre aposté al trabajo en equipo y creo que casa uno de los que integra mi equipo de trabajo aportó lo mejor y así se logran resultados" acontó y cerró el círculo diciendo que "a pesar de la responsabilidades y de los nuevos compromisos, desde nuestra filosofía esto sigue siendo un juego en el deporte, que elegimos desarrollarnos y como tal lo tomamos".

El entrenador que llegó al tenis en las canchas del ya desaparecido Club Social y Deportivo Calera Avellaneda, reconoció que "seguramente esta coronación de Federico en San Pablo es la consecuencia de años de trabajo. En off yo dije en la última nota que salió en la web de EL POPULAR que siempre creí en él, pero había que dar pasos, y algunos un poco más grandes. A eso fuimos a Brasil y por suerte lo conseguimos".

Sin embargo, para el equipo de trabajo que tiene como "jefe" a Federico Delbonis, y donde "manda" Gustavo Tavernini, nada ha cambiado después de un paso trascendental como el dado con la victoria sobre el italiano Paolo Lorenzi. "El objetivo es siempre el mismo" enfatizó y precisó que esas metas "las renovamos semana a semana, gira a gira, para tratar de ir lo más alto que se pueda. Federico tiene objetivos muy claros, pero si nos permiten, sólo nosotros nos guardamos ese punto".