Allí, en primera instancia, se destacó la presencia local en los Juegos Olímpicos ya que además de Vernice estuvo Pedro De la Vega (el palista, en el Maxi, contó que hablaron en Tokio y reconoció su labor como deportista). Pero, a su vez, hubo una mención para José Montesano (periodista de TyC Sports).

Luego, sí, Agustín Vernice respondió preguntas. Primero habló de la experiencia de estar en los Juegos Olímpicos: "Llegué con muchos pensamientos positivos, pero también negativos, que me acompañaron durante toda mi carrera. También fui a Tokio con mucha ilusión y me volvió contento, con mucha felicidad. Es como que me saqué una mochila de 10 kilos porque tenía esa incertidumbre de qué iba a pasar y cómo iba a reaccionar en un Juego Olímpico, ya que era algo verdaderamente importante para mí".

"En la final quedé octavo, y en un análisis más técnico podría estar quinto. Pero más allá de eso recuerdo a los Juegos Olímpicos como mi oportunidad de demostrarme que podía dominar los miedos y las inseguridades. Entonces, me vuelvo muy contento", destacó Vernice.

También contó que "el mejor análisis de lo deportivo suelo hacerlo ni bien termino, porque tengo las sensaciones muy frescas de lo que hice. Es casi como un ejercicio que hago con mi entrenador, ya que le doy una devolución de lo que yo sentí. Lo comparto con él porque por ahí después me olvido de lo que dije".

Aunque, tras dos semanas, su visión de lo que ocurrió en Tokio "fue cambiando. Ahora lo tomo mucho mejor. Me pasó el otro día de despertarme y entender que estuve en una final olímpica. Yo en 2008, 2009, miraba una final olímpica y era algo imposible. Miraba a los rivales, que incluso corrieron conmigo, y eran invencibles", contó.

También explicó que "tenemos la responsabilidad de transmitir buenos valores y hay que educar con el ejemplo. De alguna manera recompenso así todo lo que el deporte me ha dado. Yo lo disfruto un montón, aunque el deporte es muy egoísta porque estoy todos los días del año pensando y como prioridad número 1 qué tengo que hacer, cuánto tengo que dormir y qué tengo que comer. Todo en función de mí, entonces se aleja del resto del mundo y es como que vivís en una burbuja. Entonces, transmitir genera una satisfacción, y lo veo necesario para poder bajar a tierra".

La final olímpica

El palista fue octavo en Tokio y logró un diploma olímpico. Ayer describió que "me cuesta mucho disfrutar de mis resultados, por eso a veces esa ambición de ir por más te hace olvidar un poco lo que ya hiciste. A veces son ratos: por momentos pienso en que quería un poco más, pero también pienso en los que quedaron atrás mío. Y digo ‘mal no estamos’. Es algo cambiante, pero en líneas generales estoy muy contento y orgulloso. Es un gran resultado, pero creo que puedo dar más".

Y explicó: "El resultado que tuve fue ciento por ciento responsabilidad mía, no voy a culpar a la pandemia. Todos pasaron por momentos difíciles". Además, en cuanto a la pista, señaló que "difiere a lo que es el resto del mundo porque era agua salada. Yo batí el récord del mundo, la pista era más rápida, y la gente se preparó para que así sea". También señaló que "en la Argentina no tenemos pista y es una de las cosas que más necesitamos. Imaginate lo que sería del hockey si cuando van a competir no tienen una cancha de césped sintético".

Previa y futuro

Su única presentación antes de los Juegos fue en la Copa del Mundo. Su resultado le dio herramientas, para saber qué tenía que hacer para llegar mejor: "Sabía que me tenía que levantar con ánimo a las 7 para entrenar, quedarme después para hacer todo lo necesario para dar lo mejor".

"A veces necesito de ese resultado un tanto adverso para encontrar la motivación y no perder el horizonte. Eso sucedió en Hungría; fue necesario para hoy estar acá después de una final olímpica. Lo mismo me pasó en 2017, donde tuve un mal resultado en mayo pero uno bueno en agosto. Es algo que se repite, pero nuestra planificación apunta a estar mejor en agosto", explicó Vernice.

Ahora Tokio se terminó, y es tiempo de disfrutar y descansar: "Es la primera vez que no pienso cuántas semanas me quedan de vacaciones o cuándo me tengo que ir. Estoy tratando de relajarme por completo; ahora me gustaría hacer otros deportes y no lo específico que hago durante todo el año. Eso es sano para el cuerpo y no es bueno entrenar cinco o seis horas por día, y de pronto estar un mes sin hacer absolutamente nada".

"Después de un mes de haberme olvidado de lo que hago todos los días, tendré que volver y seguramente lo hará con fuerzas", dejó en claro Agustín Vernice quien valoró: "No tengo palabras para transmitir el orgullo y la felicidad que me genera esto.

El afecto de tanta gente es felicidad plena; y siempre venir acá me lleva a verme cuando era más chico. Me hace bien, aunque me cuesta entrenar acá ya que es sinónimo de esparcimiento. Entonces no encontré que se lleven bien entrenador duro y estar acá, con lo cual vengo cuando tengo un trabajo tranquilo y me puedo permitir estar un poco desconcentrado. Pero lo disfruto un montón", dejó en claro.

Apoyo al deporte

También habló de la falta de apoyo en el deporte, aunque aclaró que "no es una excusa para mí". Y aclaró: "Eso se va a ver en los próximos Juegos, y en los siguientes. Los atletas que no están arriba de todo tienen muy poco apoyo. Yo creo que en la Argentina al deporte no se lo pone en el lugar que se merece".

En ese marco, contó que "el deporte a mí me cambió la vida y me transmitió valores que hubiese sido muy difícil que nos consiga sin el deporte. Y me gustaría que más chicos tengan la oportunidad; no todos van a estar compitiendo en un Juego Olímpico. Pero sí ir en búsqueda de eso les va a cambiar la vida y les va a enseñar que para conseguir lo que desean tienen que trabajar duro; luchar, superar adversidades. En la Argentina estamos muy lejos de que eso sea normal y que se entienda la importancia del deporte".