Quimey Marín (21) es uno de los tantos futbolistas olavarrienses que hoy se entrena como puede, en su domicilio, a la espera de volver a realizar lo que más le gusta: patear una pelota. Pero se sabe que aún resta tiempo, al menos, para volver a los entrenamientos. Y ni hablar de un partido oficial, ya que hasta septiembre no rodará la pelota en diversas categorías nacionales.

El Fortín, institución en la que se desempeña el delantero, quedó afuera del Torneo Regional Amateur el pasado 8 de marzo, dos días después enfrentó a Atlético Hinojo en un encuentro que finalizó empatado por el certamen de la LFO, y desde allí no hubo más acción en Primera División dentro de la competencia doméstica.

Pasaron más de dos meses, en los cuales los jugadores mantienen sus trabajos de la mano de los preparadores físicos. "El último partido fue con Hinojo y desde ahí ya sabíamos que esto se iba a hacer largo ya que en la Argentina se viene el invierno".

El delantero indicó que "por ahora la llevamos bien, el profe cada semana nos manda tareas, que explica en un video, para que nosotros las podamos hacer ya que trata de adaptarse a lo que nosotros tenemos en casa tanto por el espacio, como por las herramientas, para hacer los ejercicios. Se hace con todo lo que tenemos a mano, con lo cual vamos pasando la situación como podemos", describió.

Además, Quimey Marín dejó en claro que "estamos ansiosos por patear una pelota, pero a su vez tranquilos". Es que "todo el mundo piensa igual: no esperábamos que la cuarentena sea tan larga", contó en relación a lo que analizaba en marzo, por lo que agregó: "Arrancamos con muchas ganas, para mantenernos bien, pero después de dos meses el encierro te quita las ganas y se hace difícil también ser constante en el entrenamiento, aunque hay que seguir para estar de la mejor manera cuando vuelva el fútbol".

Y, para el regreso, aún queda un tiempo de espera que es superior a lo ya pasado desde el inicio de la cuarentena: "Sabemos que hay tres meses más por delante, aunque hay que estar preparados porque uno nunca sabe lo que puede salir", analizó el delantero.

Lo positivo para Quimey Marín es que en este tiempo logró recuperarse de una lesión que le complicó el inicio de 2020. "Aproveché las primeras semanas para hacer unos trabajos que me había dejado el profe antes de todo esto y ya me siento mucho mejor; es una lesión jodida y trato de llevarla como puedo".

En lo deportivo, ese tema físico complicó su rendimiento y lo dejó afuera de algunos partidos. "Fue un bajón muy grande para mí porque estaba muy ansioso con el torneo, venía haciendo una buena labor durante el año -por el 2019-. No sentí la molestia a lo largo de la pretemporada, en ningún momento, pero justo el miércoles antes de la primera fecha con Kimberley me empezó a molestar... el dolor se mantuvo. Después, con la ecografía, se confirmó la lesión de pubalgia".

Esa situación tuvo distintas sensaciones. "Me bajoneó un poco, pero seguí entrenando, aunque la victoria de los chicos de local ante Racing me impulsó a apurarme para ayudar al equipo desde el lugar que me tocara", recordó sobre lo ocurrido a lo largo del Torneo Regional Amateur.

El Regional

Quimey Marín hizo una balance de la competencia nacional. "El torneo fue bueno y dentro de todo estamos conformes por la labor realizada". Además, describió: "Hablamos ni bien terminó, nos juntamos todos. Estábamos dolidos por cómo se terminó, pero quedamos conformes por lo realizado ya que siempre estuvimos a la altura".

Igualmente recordó que "en la primera fecha tuvimos un rival muy duro como Kimberley, pero después mejoramos. Eso demuestra que los pibes de Olavarría están a la altura de cualquier torneo", evaluó Quimey Marín en relación al torneo que se retomará con otro formato y con los 98 clasificados a la segunda fase -como es el caso de Racing-.

También, para Marín, en el torneo "fuimos de menor a mayor, Gabriel (Senzacqua) siempre nos decía que teníamos un auto... que de a poco fuimos poniendo primera, después pasamos a segunda y que se fue acomodando de a poco. Eso quedó demostrado porque tuvimos una buena actuación en Bolívar y ya después con Racing y Kimberley fueron dos buenas victorias".

Siguiendo la historia del auto, el delantero contó que para el inicio del torneo "lo habíamos puesto lindo, pero estaba flojo en la primera fecha" y para la última tuvo otro bajón en su rendimiento: "No fuimos muy inteligentes en cómo lo jugamos a ese partido; la idea estaba clara, teníamos todo bien visto, pero en la cancha cambió completamente. Ellos jugaron muy bien y para mí Santiago Izaguirre, que es un jugador de otra categoría, hizo la diferencia".

Ese partido dejó a El Fortín sin la chance de clasificación a la segunda fase: "Nos quedó la espina; es el día de hoy que me sigo lamentando eso. Son cosas que pasan en el fútbol, a veces se gana y en otras se pierde. Ahora hay que pensar en lo que se viene".

Hoy no es claro el panorama, pero desde El Fortín siempre tuvieron un objetivo en relación a la competencia local. "Desde el primer día Gabriel dejó en claro que somos los últimos campeones y tenemos que defender el título. Pasó el Regional y la idea es ganar nuevamente para quedarnos otra vez con la plaza. La idea siempre fue la de luchar en los dos bandos", señaló el delantero Quimey Marín aunque ahora el coronavirus frenó todo y no se sabe cómo seguirá la historia en el marco de una competencia que ya tuvo cinco fechas.

Trabajo en cuarentena

En la Argentina, lamentablemente, existen muchos casos de personas que aún no pudieron retomar su trabajo debido a la pandemia por el coronavirus, otros hasta lo perdieron. Pero, para Quimey Marín, la cuarentena lo encontró con su primera tarea laboral fuera del fútbol.

"Justo arranqué a trabajar ni bien arrancó la cuarentena, sinceramente es el primer laburo y todo sirve de experiencia", contó entre risas el delantero que comenzó sus labores en uno de los hipermercados de la ciudad donde ya tuvo que ''bancarse'' cargadas de sus compañeros, aunque indicó que "son todas buenas personas".

Igualmente, contó: "Muchos miran fútbol y son hinchas de los clubes de acá. Por eso tuve algunas cargadas por el partido que perdimos con Racing. Lo tomo con humor y devuelvo alguna; es así". Por eso, con su nueva actividad, divide su día: se entrena por la tarde y cumple con su trabajo en horas de la noche.

Además, el delantero contó algunas intimidades. Por ejemplo indicó que el grupo de WhatsApp de El Fortín sigue con actividad. "Hablamos todos los días, se mandan algunas fotos, videos o algunos festejos. Hablamos de algunos recuerdos como la fecha del ascenso -el 29 de abril- y así muchos momentos que fueron importantes. Eso está lindo, el grupo está muy bien", valoró.

Sobre el logro, que fue en 2018 ante Estudiantes al ganar una de las finales del ya viejo Federal "C", contó que "ya pasaron dos años desde ese hermoso momento" y en el medio también hubo muchas cosas: "En no tanto tiempo viví muchas cosas, por ejemplo pasé por La Pampa y aprendí muchísimo... de todo, de cómo se vive y de cómo está el país".

"De fútbol también aprendí porque todo esto me dio mucha experiencia; yo ya no me considero un pibe. La idea es ayudar a los compañeros que vienen de más abajo. Trato de aconsejarlos y ayudar a los más chicos", indicó el delantero que más allá de El Fortín en estos años se desempeñó en Embajadores (Federal "B"), Costa Brava de General Pico y Racing A. Club (Regional Amateur).