"Estamos trabajando muy bien"
El representante nacional arrancó el año en Tucumán, luego su preparación sigue con base en Tigre (aunque también tuvo días en la ciudad); en el inicio de mayo tuvo la Copa del Mundo en Hungría (su única presentación en los dos últimos años) y tras su paso por República Checa se instaló en Portugal.
Allí permanece, ya que se trata de su último punto antes de Tokio. "Ya quedan pocas semanas duras. Contento con lo que venimos haciendo hasta ahora. Estamos trabajando muy bien por suerte", destacó el representante local que será de la partida en la prueba de K1 1000 metros.
En ese sentido, Agustín Vernice estará presente en el certamen que se desarrollará desde el 23 de julio al 8 de agosto: el palista se presentará el 1 de agosto, a las 22 de la Argentina, en las eliminatorias de la competencia olímpica.
Entonces, su objetivo está más cerca. Y Vernice lo empezará a palpitar de lleno a partir del 18, día en el cual será el viaje rumbo a Tokio. Allí empezará a cumplirse el sueño del palista, ya que espera desde su clasificación en el Mundial (2019) esta chance de estar en la máxima cita del deporte mundial.
Protocolo en Tokio
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 propusieron al Gobierno de Japón endurecer el protocolo de entrada al país para aislar de inmediato a toda delegación olímpica en la que se detecte un positivo en Covid-19 a su llegada.
La propuesta, revelada ayer en un programa de televisión por el responsable ejecutivo de Tokio 2020, Hidemasa Nakamura, se produce después de que dos miembros del equipo olímpico de Uganda dieran positivo al coronavirus ya en Japón.
Uno de los nueve miembros de la delegación ugandesa, un entrenador, dio positivo en el test que se le hizo a su llegada a un aeropuerto de Tokio el pasado 19 y fue trasladado inmediatamente a unas instalaciones gubernamentales para este tipo de casos. Posteriormente se confirmó que estaba infectado con la variante delta.
Al resto de la delegación se le permitió tomar un autobús privado hasta Izumisano, en la prefectura de Osaka (oeste), donde tienen su alojamiento e instalaciones de entrenamiento hasta el arranque de los Juegos, y donde un atleta dio positivo posteriormente.
El caso marcó la primera detección de un positivo en Covid-19 en los testeos obligatorios a los que deben someterse todos los participantes foráneos de los Juegos Olímpicos y generó críticas porque no se aisló al equipo desde el principio, en un momento de preocupación por los riesgos que conlleva celebrar un evento de esa naturaleza en plena pandemia.
Las directivas impuestas por los organizadores de los Juegos obligan a "aislar a los contactos cercanos a un positivo, que deben ser confirmados por las autoridades sanitarias del país" precisaron, un proceso que en el caso de las autoridades de Osaka llevó varios días, lo que posibilitó el viaje en autobús del equipo ugandés.
El equipo olímpico de Uganda fue la segunda delegación extranjera en llegar a Japón tras el combinado australiano femenino de softbol de cara a los Juegos, cuya inauguración está prevista el 23 de julio.