"Este homenaje tuvo otro condimento"
Jonathan Navarro, acompañado por un grupo de atletas y otro de logística para llevar adelante lo planeado, cumplió el pasado domingo con su objetivo: le rindió homenaje al ARA San Juan, a tres años de la tragedia, donde murieron los 44 tripulantes entre los que se encontraba Diego Wagner Clar.
El inicio fue en Hinojo, en la réplica del submarino donde también el domingo se realizó un acto, mientras que la llegada ocurrió en el mismo punto, aunque con una situación cargada de emociones, y luego de un tramo que incluyó visitas a Sierras Bayas, Colonia San Miguel, Loma Negra, Olavarría y Sierra Chica.
"Fue la tercera edición del homenaje; la primera tuvo lugar en 2017 cuando corrí los 100 kilómetros por ellos. La segunda fue Mar del Plata-Hinojo y ahora la tercera fue especial ya que repetí el circuito del primero, donde comencé a recordar a los chicos", lo cual se hace a través de una acción deportiva en la cual Jonathan Navarro contó con un muy buen respaldo de diversos competidores del medio local.
Luego de cumplido el objetivo, Navarro dejó en claro que "fue un recorrido con muchas emociones, desde la salida y hasta el final. La gente acompañó en todos los lugares y estaban felices", destacó y desde allí explicó cómo se dieron las distintas etapas.
"Salimos con la primera posta, hasta Sierras Bayas, donde nos esperó el delegado en la plaza. Ahí también ya estaba el segundo grupo, para hacer el tramo hasta Colonia San Miguel. Entonces entregamos la primera bandera del recorrido, en un momento muy emocionante". Y lo mismo ocurrió en los distintos lugares que visitó: "No hubo una sola parada en donde no nos emocionamos", recordó el atleta.
Y hubo más: "Cuando llegamos a Colonia San Miguel nos recibió el mismo delegado. Fue una etapa muy linda, la más corta de 6 kilómetros", narró Navarro y valoró en líneas generales que "todos lo pudimos lograr, se caminó muy poco y en muchos casos, sacando algunos atletas de elite, no habían corrido más de 5 o 10 kilómetros", en cuanto al evento global.
En su relato, siguió el recorrido que hizo el domingo. "Continuamos para Loma Negra, donde también nos recibió la delegada con Marcelo Verna. Fue otro momento muy emotivo; entregué la bandera y se puso en el mástil de la plaza".
"Ahí empezó la caravana para la ciudad, con otro tramo emotivo porque cuando llegamos al Monumento a la Voluntad del Hombre ya estaban los padres de Diego. Se sumaron y no pararon hasta el final; siempre nos alentaron y fue algo muy lindo", recordó.
Entonces, la llegada fue a La Casa del Bicentenario tal como estaba planeado. "Nos esperaron representantes del Municipio y también estaba Ricardo Moreno, en nombre de los ex combatientes de Malvinas. Se hizo otra entrega de bandera, además de una placa que recibieron los papás de Diego".
"Se sumó mucha gente, aunque respetaron muy bien todo lo que se dijo en estos días. Se hicieron las cosas muy bien, con lo cual estoy muy conforme con eso", valoró en cuanto a lo vivido en los distintos tramos del recorrido que en definitiva fue de 80 kilómetros para unir los pueblos. Además, debido a la situación sanitaria, se extremaron los cuidados.
El próximo paso fue por Sierra Chica, con otra posta, aunque con una parada especial en el medio: "Entré a mí barrio, Eucaliptus, donde tengo a toda mi familia y muchos amigos. Amo al barrio y siempre, de alguna u otra forma estoy colaborando, aunque yo hoy no vivo ahí.
"Quise pasar para que conozcan la historia. Fue un acto corto, donde más que nada les di un mensaje a los chicos del barrio. Les expliqué qué era el ARA San Juan y quién era Diego. Fue algo emotivo ya que habían colocado distintos elementos; también estuvieron los papás de Diego y entregamos otra bandera en un lugar donde se está construyendo una sede para tener un lugar", explicó.
Desde ahí siguieron: "Luego continuamos para Sierra Chica, donde también fuimos recibidos por el delegado. Lo hicimos en el club; fue otro momento muy lindo y ya veníamos con una carga importante desde lo sentimental ya que sabíamos que estábamos cerca del cierre y de lograr el objetivo".
Además, los kilómetros recorridos ya empezaron a sentirse en el cuerpo. Navarro relató que "yo por partes lo sufrí y se notó que no pude entrenar bien en los últimos meses. Di positivo de Covid y por eso el homenaje lo tuve en duda hasta último momento, ya que entrené cuatro días en el último mes y no podía hacer más de 5 kilómetros; pero preparé mi cabeza y entonces, cuando hacés este tipo de cosas con el corazón, creo que no importa el estado físico".
"Eso quedó demostrado porque yo no estaba bien físicamente, pero la mente estaba enfocada en cada paso que iba dando. Por eso, como me preparé muy fuerte de la cabeza, lo pude lograr", dejó en claro Jonathan Navarro quien luego de su paso por Sierra Chica ya tuvo el último tramo: Colonia Hinojo e Hinojo, el mismo lugar donde empezó todo.
Allí "me cambió el chip, veníamos en un ritmo lento y pasamos a otro, más rápido, como si estuviéramos en una carrera. Además fue increíble porque muchos de los que tenían que terminar en Sierra Chica tomaron la decisión de seguir. Quisieron hacerlo por la emoción, pero también para superarse a ellos mismos".
Y, finalmente, Jonathan Navarro cumplió con su idea: "Nunca me imaginé que me iba a encontrar con gente en la llegada a Hinojo; la idea fue hacer un acto en La Casa del Bicentenario pero muchos se sumaron para el cierre. Yo no lo podía creer, fue un momento de mucha emoción y lloraba como un chico".
En líneas generales, el atleta comentó que "este homenaje tuvo otro condimento, en ese momento se me vinieron muchas cosas a la cabeza. Fueron muchas emociones y cuando llegué caí arrodillado frente a los nombres de los 44. Entonces agradecí porque pude terminarlo".
"Se terminó rápido, pero fue algo maravilloso, algo que no me voy a olvidar. El homenaje tuvo mucha alegría a lo largo de todo el recorrido, y sin darme cuenta terminamos una hora y media antes de lo que me imaginaba", indicó Jonathan Navarro que volvió a correr para recordar lo ocurrido hace tres años con el ARA San Juan.
Por último, el atleta remarcó que "esto lo hago para que no se olviden de los chicos, para mantener vivos sus nombres. Mientras que el cuerpo pueda, lo voy a seguir haciendo, pero el día que no me deje el homenaje lo voy a hacer de otra forma".