Una felicidad como hacía tiempo no se veía en un vestuario de Racing, tan golpeado por las continuas derrotas frente a Ferro en partidos decisivos, la caída en las semifinales de 2017, la rápida eliminación en el TRFA 2019, las finales del local perdidas unos meses atrás.

El 3-1 sobre El Fortín y la forma en que se llegó a esta clasificación disparó un nivel euforia entendible.

"Hace dos semanas nos querían echar a todos a la mierda, esa es la verdad. Lo querían despedir a Fatiga (Russo), de nosotros ninguno servía, pero el fútbol es así. Fuimos a Bolívar muertos, el empate parecía que no valía para nada y nos dio vida. El partido con Kimberley nos dio un poco más de vida y nosotros seguimos creyendo hasta el final" comentó Roberto Tucker.

Pero Racing el domingo no sólo dependía de completar sus deberes en el derby.

"Estábamos seguros de que Bolívar iba a hacer su laburo. Nunca había perdido y no tenía por qué hacerlo justo en el partido con Kimberley, y nosotros nos dedicamos a ganar y esperar. Enfrente hubo un rival duro, que nos venía complicando la vida en el último tiempo, pero creo que en este partido fuimos justos ganadores" desmenuzó el capitán chaira.

"Estábamos muertos, ahora no tenemos nada que perder y lo que venga va a ser de arriba. Contamos con buenos jugadores, que recuperaron el nivel, el equipo se encontró en estos últimos tres partidos. Ahora a seguir" disparó.

La calidad nunca se pierde y Franco Janson es la prueba.

Aún condicionado porque el físico no está al ciento por ciento y la grave lesión de rodilla sufrida en 2017 ha dejado secuelas, nació un nuevo Racing con su pausa en la mitad de a cancha.

El primer partido fue de lateral, hoy oficia de cinco de salida. "Me estoy poniendo viejo y Fatiga me tira cada vez más arriba, je" aceptó.

"Los entrenamientos me cuestan mucho; al tener la rodilla rota no puedo exigirme, entonces no hago los trabajos físicos de la semana y vengo sólo los jueves a hacer fútbol. Corro un poco menos, me siento más cómodo y puedo regularla" reconoció.

Sobre el derby del domingo, opinó: "Hicimos lo que entrenador nos pide. Salimos bien en los primeros minutos, nos emparejaron, y después del primer gol hubo un solo equipo en la cancha. Cuando perdieron un jugador nos dedicamos a manejar la pelota y lo terminamos ganando bien".

Gonzalo Izaguirre pidió por favor que, una vez que logró un gol, no lo confundan con su hermano Santiago, cosa que ha sucedido más de una vez en la prensa olavarriense.

"No soy Santiago, soy Gonzalo" fue lo primero que dijo, en tono de broma.

"Se nos dio. Ya desde el empate en Bolívar la cabeza había cambiado, porque también nos favoreció el resultado de El Fortín en Mar del Plata. Había chances, y como el grupo está muy unido, confiamos en nosotros y logramos esta clasificación" resaltó el menor de los "Colorados".

"Con El Fortín nunca habíamos podido estar arriba en el resultado. Esta vez lo logramos, empezamos a jugar, e hicimos un gran partido en general" subrayó.

Tres goles tiene la familia Izaguirre en el TRFA, dos Santiago y ahora uno Gonzalo, pero el defensor no se puso como meta alcanzar a su hermano en la tabla.

"No, yo estoy para otra cosa. Con éste me alcanza. El (Santiago) es el bueno, es el goleador" cerró, otra vez con una humorada.