Luis Ahumada

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El profesor José María Maldonado es entrenador FIBA, dirigió selecciones de Olavarría durante 15 años, con alguna interrupción. Tiene varios torneos zonales ganados en todas las categorías y ciudades de la Zona IV y dos torneos Provinciales: Sub 15 en Zárate 2001 y Sub 19 en Junín 2010.

Además, obtuvo una segunda y una tercera posición en torneos Argentinos dirigiendo a la histórica Selección de Provincia de Buenos Aires. Fue convocado a la Selección Nacional en el staff de Rubén Magnano en el año 2000 y estuvo hasta 2004, año en que dirigió la Selección de cadetes, junto con Marcelo Fernández, y allí la Albiceleste recuperó el título Sudamericano después de 4 años de sequía.

Además, el año pasado, en mayo más precisamente, hizo una capacitación en la escuela de básquetbol del Estrella Roja de Belgrado, en Serbia. Maldonado, que con los pergaminos que lo acreditan para poder hablar del deporte de los cestos recorre el mundo viendo los principales eventos del básquetbol a nivel continental y mundial, hizo un detallado repaso de lo que fue el año 2018 y de lo que se avecina para este 2019 que acaba de empezar.

-¿Cómo viste el año de la Selección mayor?

-El 2018 fue un año magnífico para el básquetbol argentino, sobre todo a nivel internacional, con la Selección mayor clasificada al Mundial de China tres fechas antes de cerrar las Eliminatorias y con chances de terminar con el mejor récord de competencia. Es cierto que el sistema nuevo de ventanas clasificatorias le sentó bien a la Argentina, dejando de lado duros torneos como el FIBA Américas que con un mal juego te dejaban afuera.

La selección cumplió con el objetivo mayor, que fue clasificar al Mundial ganando 7 de 8 partidos clasificatorios. Se consolidaron jugadores con poco protagonismo previo y por momentos jugó un básquetbol efectivo.

-Y eso que la Eliminatoria no había arrancado bien.

-Si bien el año no empezó bien en Olavarría con la derrota frente a Uruguay, el cómodo triunfo posterior frente a los paraguayos en nuestra ciudad dejó un mal sabor y alerta por el nivel de juego en conjunto. Pero la derrota ante Uruguay templó al equipo y lo potenció, reaccionó y obtuvo una gran victoria en Panamá y en la revancha en Uruguay con un juego lujoso, ya con las figuras de la Euroliga.

Las siguientes victorias visitando a México y Puerto Rico consolidaron el juego del equipo. La frutilla del postre llegó con la victoria frente a Estados Unidos, otrora puntero, y de nuevo con México, que depositaron a la Selección Argentina en China 2019.

Esto demuestra lo productivo que fue el 2018 para el equipo nacional, casi sin baches y corregidos si los hubo. Demostró ser una de las potencias continentales junto con Brasil y Venezuela, haciendo la salvedad que no son de la misma calidad los rivales de un torneo americano que el cruce con las potencias del mundo, sobre todo las europeas, lo que sucederá en el Mundial de China.

-Se nota que le dan un plus los europeos.

-Es notoria la diferencia cuando el equipo tiene a todas sus figuras, sobre todo las europeas, Facundo Campazzo, Gabriel Deck y Nicolás Brussino, por ejemplo. El aliciente es la cantidad de jugadores que hay en el básquetbol europeo, siendo figuras determinantes en sus equipos, y que pondrán en estado de alerta a los rivales defendiendo la camiseta nacional.

En ese aspecto el legado de continuidad de la Generación Dorada está cumplido. La Argentina sigue siendo una potencia continental y veremos si mundial, y cuidado con confundirse y comparar. Lo que fue ya fue. Se es una potencia estando entre los ocho primeros del mundo. De ahí, todo lo que sea mejor resultado, bienvenido y a disfrutarlo. La consolidación del recambio la veremos en el Mundial de China.

-¿Qué te parece lo que se viene para 2019?

-Va a estar muy lindo. El básquetbol tiene una nutrida agenda, con múltiples frentes a atender para la Selección, los clubes y otros eventos. En enero comienza la Liga de las Américas, que tiene a Atenas de Córdoba primero y a San Lorenzo y San Martín de Corrientes luego, como grandes animadores.

También San Lorenzo jugará la copa Intercontinental en Río de Janeiro a mediados de febrero. A nivel Selección restan dos partidos de Eliminatorias, en Puerto Rico y Estados Unidos, que son trascendentes en sus resultados para ubicar a la Argentina como cabeza de serie en el Mundial. De ahí la importancia de traer resultados positivos, más allá que la clasificación ya se logró.

-También habrá algo muy especial para Manu.

-Afuera de las canchas el gran evento a vivir en este 2019 se llevará a cabo en San Antonio, Texas, donde los Spurs retirarán la camiseta 20 de Manu Ginóbili, el gran escolta bahiense que marcó una era distinta para el puesto en su equipo y en la NBA toda. El 28 de marzo el AT&T Center estará colmado y emocionado rindiéndole tributo a su ídolo, cuatro veces campeón del máximo torneo americano.

El Bata en Liga Argentina

-¿Que te ha parecido Estudiantes hasta el momento?

-Estudiantes, como en las últimas temporadas, tiene serias posibilidades de llegar a las instancias finales y definitorias de la Liga Argentina. El equipo se va consolidando basado en el goleo y velocidad de sus perimetrales, certera media y larga distancia en muchos juegos, y exigente defensa al límite, pero sigue sufriendo un poco en la zona de los altos.

Cuenta con una ventaja respecto al resto de sus rivales. El recambio de jugadores no afecta en demasía el andar del equipo, cosa que sí sucede en la mayoría de los otros, que al descansar sus titulares merman notablemente su rendimiento.

-Mantener la localía es clave.

-Estudiantes tiene una fuerte localía, como la mayoría de los equipos, donde el pobre desempeño de algunos árbitros es factor común, y sufre un poco, aunque menos que el año pasado, cuando sale a la ruta. Mejorando ese aspecto, cosa en la que seguramente ya estará su cuerpo técnico abocado, es que se va a convertir en candidato. Los puntos de visitante hacen la diferencia, casi históricamente, en este duro torneo del ascenso.

-¿Es prematuro pronosticar lo que se viene?

-Hay que recordar que estos torneos se empiezan a jugar en los playoffs y es a esa instancia donde se debe llegar en plenitud física, anímica y basquetbolística. Hay sobrados ejemplos de conjuntos de notables fases clasificatorias que llegaron heridos en los aspectos marcados a la etapa de definición y en la cual quedaron en el camino. Pero está todo el crédito abierto para el gran objetivo de retorno a la Liga Nacional del equipo Bataraz.