Federico "Pájaro" Marín es otro de los jugadores que pega la vuelta a la Provincia de Formosa. El olavarriense por adopción dialogó con Pick&Roll tras su confirmación en La Unión para jugar su tercer ciclo en la Liga Nacional de Básquetbol (LNB). Marín charló primero sobre su regreso a Formosa:

"Con Carlos (Prunes) íbamos analizando las posibilidades que se nos venían presentando, incluso la posibilidad de ir al exterior. En medio de esto, La Unión demostró gran interés. Sentí que Mario (Romay) fue quien más valoró lo que había hecho en la temporada anterior e hizo un gran esfuerzo para que termináramos de decidir en familia el volver a Formosa".

"Me sedujo la idea de regresar a un lugar que conozco muy bien, donde siempre me trataron con mucho respeto. Va a ser mi quinta temporada ahí. Además, el hecho de que a muchos de mis compañeros del equipo, tanto jugadores como del staff, los conozco hace años. Eso a la hora de poner las cosas en la balanza ayuda mucho para tomar una decisión". Además, habló de la pasada temporada en Ferro Carril Oeste:

"Me dejó una sensación muy linda, principalmente porque creo que jugamos un básquetbol muy lindo para ver. Disfruté muchísimo compartir la temporada con esta clase de jugadores y cuerpo técnico, donde siempre prevaleció la unión, el respeto y el compromiso a la hora de trabajar".

"Es una pena que haya quedado inconclusa la temporada porque no se terminó de plasmar el gran esfuerzo que hicimos tanto los jugadores como el cuerpo técnico. Pero eso no me va a borrar el recuerdo del gran básquetbol que desplegamos a pesar de tener un equipo bancado sólo por los nacionales y con ausencias de extranjeros. Y los problemas económicos no fueron una excusa para que dejáramos de trabajar ni un día".

Sobre sus dos ciclos anteriores en La Unión, Marín dejó sus reflexiones:

"Fueron dos ciclos muy interesantes, donde fui creciendo años tras año como jugador y persona. Viví muchas cosas fuertes, cómo llegar a jugar un Final Four de Liga de las Américas y también pelear por la permanencia cuando creíamos que nos armábamos para campeonar, así es el básquetbol. El segundo ciclo creo que con el equipo de Ramella jugamos un tremendo básquetbol".

"Nos quedamos con un sabor amargo porque estuvimos a un paso de llegar a la semifinal. Creo que la ausencia de Jony (Maldonado) por la lesión en esa etapa final nos afectó un poco. Así y todo fue una tan temporada. Mi rol fue cambiando y me fui adaptando como siempre en mi carrera. Considero que todo es ganancia si uno está dispuesto a ver que en cada situación hay aprendizaje para tomar".

Los objetivos primarios de cara a la 2020-2021:

"Es muy temprano para hablar de objetivos, pero las expectativas son muy lindas. Creo que el primer paso para conformar un equipo es armar un buen grupo humano, y en eso no hay dudas que al conocer a la mayoría de los chicos eso se está consiguiendo. Luego habrá que trabajar muy duro, pero inteligentemente. No es habitual estar encerrados más de cinco meses. Así que vamos a tener que aprender a volver, a reacondicionarnos para recuperar el nivel físico y técnico que teníamos antes de la pandemia. Después, sin dudas que ahí va a tener que meter mano Dani (Cano) para comenzar a congeniar la idea de juego que tenga en su cabeza y obtener una buena química de equipo".

Vale recordar que con la camiseta del club del barrio de Caballito, en la pasada temporada el alero de 38 años registró promedios de 14 puntos, 4,8 rebotes y 2,2 asistencias en 21 partidos disputados. Además, sus porcentajes de acierto fueron del 48,8 % en dobles, del 36,6 % en triples y del 76,8 % en tiros libres. Todo eso lo logró con una media de 29,8 minutos en cancha.