Daniel Lovano / dlovano@elpopular.com.ar

Los festejos post final en el Polideportivo Municipal de Pinamar se encendieron cuando Los Lobos apuntaron a su entrenadora, María Maíz, y le cantaron que "de la mano, de la María, todos la vuelta vamos a dar". La vuelta se dio, el equipo de Pueblo Nuevo regresó a Olavarría y la coach analizó la coronación más importante en un año redondito.

"Fue una emoción enorme. Trabajar con gente grande y haber llegado al objetivo que nos planteamos a principios de año, que era jugar los Evita, no tiene precio. Se nos dio por primera vez y ganarlo es más que un sueño cumplido" dijo la campeona mundial de bochas.

"Les tenía muchísima fe y se los había dicho. Ellos debían jugar a su estilo y no meterse en la forma de jugar de Los Delfines, y lo llevaron a la práctica de la mejor manera" destacó.

"El partido fue extremadamente parejo. Los dos equipos jugaron en un altísimo nivel. Nosotros, ante un adversario muy complicado, con mucha jerarquía en Leo Domini y Chiche Castillo, en el primer set hicimos una ventaja de 8 a 3, nos empataron en 9 y lo terminamos ganando por un error técnico" recordó.

"Como suele pasarnos, en el segundo nos invadió la ansiedad. Este deporte tiene dos tiempos muertos por set, pero a veces no alcanzan y hay que andar a los gritos adentro de la cancha para no gastarlos muy rápido. En el tercero recuperamos el nivel y lo ganamos con mucha autoridad" acotó.

María habló de los pronósticos en la interna del grupo una vez conseguida la clasificación, con la medalla dorada en los Bonaerenses 2019.

"Nuestra ilusión era jugar este torneo y llegar a semifinales; estar entre los cuatro mejores del país ya era todo un logro. Hace muy poquito que estamos jugando a este nivel, y hace apenas dos años que asumí como entrenadora de este equipo. Queríamos llegar al nivel más alto y llegamos. Ahora lo difícil es mantenernos" dijo.

Común a todo tipo de coronación, no es posible sin derribar vallas que parecían infranqueables.

"Volteamos a dos gigantes, como Social Monteros y Los Delfines, que para nosotros habían sido muy esquivos por su nivel de juego. Pagamos esa deuda y demostramos que tenemos equipo como para jugar entre los mejores" celebró.

El menú de rivales en estos Evita no fue muy diferente al que puede leerse en muchos campeonatos Nacionales, incluido el que vio a Los Lobos celebrar en el "Juan Manolio" el pasado mes de mayo. Pero los Evita tienen ese no sé qué...

"Este es el mejor torneo que hay, el más federal de todos -subrayó María-. Acá estaban representadas todas las provincias de la Argentina. En los Nacionales por ahí faltan algunas y después de ganarlo queda esa incógnita de saber si realmente lo ganás y estás en el primer nivel. Después de los Evita no quedan dudas, pero no hay que creérsela".

Con la medalla colgada de su cuello, María Maíz anticipó los desafíos que se vienen para los flamantes campeones de los Juegos Nacionales Evita, y sus hermanitos menores también.

"El futuro nos va a poner ante el desafío de jugar más torneos Nacionales, pero en el mismo proceso vamos a intentar crecer con los mayores de 50. Tenemos que hacer el esfuerzo para que se enganchen más en este deporte y puedan copiar lo que están haciendo los mayores de 60" cerró.