Alejandro Chantiri tuvo un destacado paso como jugador, llegando incluso a jugar a muy buen nivel en el Torneo Provincial de Clubes. Pero se retiró joven y encontró muy rápidamente en el arbitraje su lugar en el mundo para seguir ligado dentro de la cancha a su gran pasión: el básquetbol. El Turco, nacido el 15 de marzo de 1985, es familiero como pocos y desarrolló su profesión en nuestra ciudad, donde se destacó rápidamente, pasó a dirigir a nivel Provincial y Nacional y la frutilla del postre la vivió en los recientes Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, donde le tocó pitar el básquetbol 3 x 3.

El ex jugador y ahora destacado árbitro, en entrevista para Básquetbol Formativo, contó sus impresiones sobre la experiencia en los exitosos Juegos que se realizaron en el área metropolitana de nuestro país. "Todo ha sido positivo, poder estar en un Juego Olímpico de tal magnitud, récord en espectadores superando el millón de personas. Fue mi primera experiencia pitando en 3 x 3, a nivel internacional y en este evento, no puedo pedir más. Muy positivo conocer otras culturas, otros compañeros, otro mundo como el de FIBA, sin dudas fue un gran aprendizaje".

No es fácil llegar a dirigir en estos juegos Juegos, por lo que para que se pueda dar su presencia contó que "allá por mayo me convocan a una capacitación de FIBA en el Cenard. Durante tres días éramos cuatro argentinos, cuatro brasileños y dos uruguayos. Nos explicaron las reglas, el formato, evaluaciones escritas y en cancha. Dos meses después llegaron los resultados y en mi caso fue el otorgamiento de la licencia FIBA para 3 x 3.

Inmediatamente de haberme llegado la habilitación me llegó la convocatoria para ser árbitro en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Realmente me siento muy agradecido, pienso que fui el único representante del arbitraje argentino que participó en los Juegos y eso es muy gratificante. Me hace muy feliz este momento, haber sido parte y saber que la disciplina será olímpica en Japón marca que crece a pasos agigantados. Ha mostrado una gran convocatoria y creo que seguirá en ese camino".

No hay dudas que dirigir 3 x 3 es muy diferente a dirigir 5 contra 5: "A mi entender es diferente. Es más dinámico, se juega en un solo aro con 12 segundos de posesión. Se permiten mayor cantidad de contactos que en el 5 contra 5, hay que prestar mucha atención a los cambios de posesión y no se puede defender dentro del semicírculo luego de un gol.

El control de las faltas acumuladas es diferente. El juego dura 10 minutos, pero la concentración es máxima, ya que un error puede perjudicar mucho a un equipo. El juego es constante atacar y defender y los cambios los hacen los mismos jugadores en cualquier situación de pelota muerta. Es otra dinámica muy diferente a lo que estaba acostumbrado en 5 contra 5. Es diferente, pero al mismo tiempo muy entretenido. Me gustó mucho y quedé conforme con mi rendimiento en esta primera participación".

El futuro como árbitro a partir de este evento pinta muy bueno para el Turco: "Lo veo con tranquilidad, seguir mejorando y capacitándome. Cuando empecé en el arbitraje jamás pensé en llegar a arbitrar en un Juego Olímpico y ya me tocó ser el representante argentino en uno de ellos. Lo miro con mucha tranquilidad, sigo buscando mejorar. El tiempo dirá. Tuve la oportunidad de hablar con árbitros de otras culturas y nacionalidades y averiguar cómo se manejan en sus países, así que eso fue muy enriquecedor. Quiero seguir dando lo mejor de mí y representando al arbitraje de Olavarría como en este caso. Lo realizado superó todas mis expectativas, así que con poder avanzar de a poquito iremos viendo hasta dónde llegamos".

Alejandro Chantiri se formó en la Asociación de Básquetbol de Olavarría (ABO) y llegó a arbitrar en un evento del Comité Olímpico Internacional (COI), algo que no es poca cosa:

"El haberme formado en mi ciudad es para mí muy gratificante y por eso hago especial hincapié en ese aspecto. Los compañeros de aquí siempre estaban con muy buena onda, pendientes de cómo iba todo, si necesitaba algo y preocupándose por mi familia mientras yo no estaba en la ciudad. Somos un grupo muy unido los árbitros de Olavarría y es un orgullo representarlos a ellos. Hemos crecido como Colegio y vamos evolucionando, siempre con el apoyo de la Asociación.

Para cerrar, Ale le mandó un gratificante mensaje a su familia: "Aprovecho en esta ocasión para acordarme de mi familia, que sin su apoyo incondicional y el aguante cuando estoy viajando no sé cómo haría. Tanto mi esposa Guillermina como mis hijas Emilia, Agostina y Renata le dan sentido a todo".