Desde octubre de 2019 el Club Atlético Estudiantes de Olavarría sumó el proyecto presentado por Belén Boyer, quien ya por aquellos años llevaba un largo camino recorrido dentro de la institución. Se forjaban así las bases de lo que sería el fútbol femenino en el club, una disciplina con un futuro en creciente construcción.

Ella ya jugaba fútbol, la conocían en el ambiente, se desenvolvía con soltura y esperaba las condiciones necesarias para dar el paso que faltaba. El contexto que dio el puntapié necesario fue el Mundial de fútbol femenino en Francia, que se desarrolló ese año, siendo la octava edición del máximo certamen internacional.

De allí fue inevitable un cambio frente a tanta demanda y deseos de jugar de muchas chicas. Fue por eso que la entrenadora, con el espíritu de trabajo serio que la caracteriza, propuso que las chicas jugaran al fútbol en un club como Estudiantes: "De hecho yo no traje ninguna jugadora, se fueron acercando por el comentario, de boca en boca", expresó.

Las chicas estaban jugando actualmente el torneo de "Preparación" de fútbol femenino que organiza La Liga de Fútbol de Olavarría, lo cual las está fogueando para un futuro prometedor de juego y legado. "De los partidos que jugamos hasta ahora salimos bastante bien y luego nos planteamos los errores que tuvimos y nos paramos mejor", balanceó la joven entrenadora.

La Liga arrancó de nuevo este 2021 después de un año atravesado por la pandemia del Coronavirus, y a partir del 14 de marzo había logrado dar el puntapié inicial, aunque ahora nuevamente interrumpido debido al particular contexto. "Buscamos roce y experiencia allí, debido a que somos el último equipo que arrancó y el que menos experiencia presenta, con una diferencia obvia a nivel futbolístico", explicó Boyer sobre la actualidad de las chicas.

Desde pequeña con la pelota al pie: La jugadora nació en un pueblo cerca de Tandil llamado Gardey, comenzó a jugar al fútbol a los tres años con primos y varones, dando sus primeros pasos en el deporte. Ahora lo hace en Ferroviarios de Hinojo, en Primera. Pero también jugó en Boca de Tres Arroyos y Talleres de Tandil. "Miro y leo fútbol con mucha pasión, como base hago natación también, sinceramente el deporte es algo que me encanta", confiesa sobre su pasión. "Estamos trabajando muy bien, de hecho, no hay ningún club que esté formando de esta manera en tres niveles (físico, deportivo y táctico), con tres personas diferentes apuntando de cara a un proyecto".

-¿En qué situación se encuentra el fútbol femenino en Estudiantes actualmente?

-A partir de los 9 años se pueden fichar en Olavarría y aquí jugamos con chicas de 10 años en adelante para tratar que ellas tengan roce y ganar experiencia. En la actualidad tenemos entre 19 y 20 chicas que están integrando el equipo.

El equipo de trabajo atravesó cambios y en un momento estuvo compuesto por Geraldine Watson luego por Manuela Durán y hoy está con nosotros Martín Lazarte. Hoy se está en la búsqueda de una arquera para Sub 15. Lo importante es que están preguntando, se están sumando cada vez más. Eso es increíble.

-¿Observás prejuicios por parte de las nuevas generaciones de chicas que se acercan al club a diario pidiendo información para sumarse?

-Hoy lo que prima es el deseo de jugar al fútbol por sobre todas las cosas y no hay ese prejuicio ya por parte de ellas. Yo tengo 34 años y antes en los años 90´ cuando yo empezaba éramos mal llamadas o juzgadas de "marimachos" por elegir un deporte que estaba asociado solamente al género masculino. Esto como lo planteo yo en Estudiantes es muy despacito, cambiando muchos esquemas para tratar de fortalecer a este equipo que va a ganar continuidad si sigue así.

-¿Qué buscás vos particularmente a la hora de sumar una jugadora?

-La cualidad que busca Estudiantes, que coincide con mi visión, es encontrar jugadoras que sean humildes, que respeten a las demás, que puedan proponerse cada vez más desafíos como deportistas. Y respecto a lo futbolístico, entrenarla al 100% para que se desenvuelva lo mejor posible deportivamente.

Admiro mucho a Clarisa Huber, la gladiadora de Boca, y a Evangelina Testa como dos chicas y referentes más cercanas en el fútbol femenino.

-Se habla de una unidad en lo femenino con otros clubes de la ciudad ¿Cómo se logró esa empatía?

-Hemos hecho encuentros con Racing y con Ferro, como equipos más cercanos, y nos sucede que somos formadoras, hacemos algo lineal desde abajo, apuntando al futbol menor. Nuestro deseo es que más chicas sepan jugar al fútbol en Olavarría y poder llegar a una buena Primera a nivel local. Estar en Sub 15, tener escuelita para abocarnos a una primera categoría bien construida.

Entre clubes y a nivel institución estamos peleando un lugar permanentemente. La idea es que no haya rivalidad. También es ayudarnos entre todas y que el fútbol crezca y se ponga fuerte, que sea fútbol de potrero y estén empapadas, metidas en lo que están haciendo y muy fuerte psicológicamente.

-¿Qué sentís que tenés vos desde tu experiencia para ofrecerles a las chicas?

-Les propongo cosas permanentemente, las motivo para seguir sumando entrenamientos y aprovechar los espacios. Busco que se rían, que la pasen bien, que sean entrenamientos bastante jugados. Les estoy mostrando el camino y los pasos para formarse como una futbolista integral.

El objetivo de este año a nivel Liga es llegar lo más alto que se pueda, de mitad de la tabla para arriba es lo primordial, si se puede. Vamos partido a partido conociendo rivales, analizando jugadas y observando cómo están preparadas.

-¿Cuál es el mensaje para las chicas que se quieren acercar a probar y aún no se animaron?

-Acá podés saber jugar o no, pero nuestra idea es formar jugadoras que vayan al frente, que entiendan a qué estamos jugando, más allá de lo técnico individual de cada una, observar como resultado final que en lo colectivo somos un equipo fuerte, me encantaría que nos vean como un equipo respetable.