Daniel Lovano / dlovano@elpopular.com.ar

Después de mucho tiempo Cristian Gutiérrez viene de abandonar el Top 8 del World Pádel Tour, y recuperarlo es un desafío más que importante, que se inicia a partir de la pretemporada y las exhibiciones de este verano en la Argentina, una de ellas el sábado en Olavarría.

El marplatense alterna descanso con trabajo físico y alguna que otra escapada en la costa. Como la de ayer, que la llamada lo sorprendió en Cariló, pasando el día con esa familia que apenas si ve un puñado de semanas a lo largo del año.

En Olavarría estuvo por diciembre de 2015, una exhibición que compartió nada menos que con Fernando Belasteguín, Juan Martín Díaz y Maximiliano Sánchez. "Estuvo lindo, divertido, ojalá se pueda repetir, porque después empieza la temporada y hay que estar con los cinco sentidos puestos en la competencia" señaló el "Gordo".

"Esperemos que el sábado la gente pueda ver un espectáculo atractivo y divertido. Estamos en una época de puesta a punto, pero lo que tengamos lo vamos a dar".

Su compañero será el bahiense Lamperti. "Miguel es especial. Le gusta mucho interactuar con la gente, brillar, y lo hace muy bien y divertido. Se divierten hasta los rivales, así que con él la pasamos bien todos" celebró.

Cristian viene de una temporada que, sin que la palabra haya salido de su boca, podría catalogarse de "decepcionante".

"No fue de las mejores. Fue una temporada mala; las cosas no salieron como estaban planeadas. Con mi compañero Ramiro Moyano debimos cambiar cosas en el medio del calendario y tampoco funcionó, entonces nos separamos y cada cual buscó su opción" resumió.

"Perdí muchos puntos, salí de los ocho primeros, que era el objetivo. Pero bueno... a veces no hay mal que por bien no venga. Este año lucharemos por volver a ese lugar, y es un lindo desafío para iniciar la temporada" sostuvo.

Hombre de cuatro décadas, de una generación que está en retirada, Cristian destacó los nuevos aportes de la armada juvenil argentina, que tiene como grandes referentes al catamarqueño Tapia, Fede Chingotto y el "Gato" Tello.

"Está clarísimo que atravesamos una etapa con muchos chicos argentinos que están en gran nivel, y se están metiendo entre las mejores. Muchos jugadores tenemos más de 40 años, las temporadas largas pesan y estos chicos vienen pisando fuerte y, quiérase o no, es una ventaja para ellos" opinó,

En tal sentido, dijo que "a nivel nacional no estoy metido en la realidad del circuito profesional, pero a nivel internacional a la mayoría de los chicos que se van para Europa les está yendo bien. Antes no pasaba; llegaba un pibe de 20 años, estaba unos meses y se volvía. Estos se quedaron y están haciendo una gran carrera".

Gutiérrez tiene una opinión formada acerca de los cambios de parejas en la cúpula, que se han producido en las últimas semanas de 2019, en especial la de los número uno algunos días después de haber llegado a la cúspide del ranking WPT.

"Por supuesto que esto no es para nada normal, porque si uno gana o está arriba significa que está haciendo las cosas bien" dijo.

"Ahora si tener un compañero significa ganar todos los torneos es complicadísismo, entonces creo que acá lo que está pasando es que dentro de la pista se llevan más o menos bien, pero cuando llegan las derrotas lo humano se resquebraja. Uno convive con el compañero un montón de tiempo, en viajes, torneos y entrenamientos, y si no hay feeling..." acotó.

Diferente a todos es el caso de Fede Chingotto y el Gato Tello, que llevan varias temporadas jugando juntos.

"Se llevan muy bien y han aprendido a perder. Porque si no se aprende a perder, después es muy difícil poder ganar. Ellos lo llevan y están en un gran nivel" precisó.

En los relatos del WPT ya está instalado que Fede es una de las mejores derechas del Circuito.

Según su colega, "veo que puede jugar contra cualquiera de los mejores de igual a igual. Físicamente es muy rápido, fuerte y lo he comprobado en partidos contra Sanyo (Gutiérrez), Lebrón, Navarro. Ganando o perdiendo, se la banca de igual a igual con cualquiera".

Cristian Gutiérrez no cuenta con pasaporte español, pero tiene residencia. A los 42 no piensa en el futuro fuera de las pistas, aunque lo avizora cerca.

"Una vez que termine me perfilaré para un lado o para otro. Hasta que no pierda esa sensación de seguir compitiendo, entrenando, viajando prefiero no pensar en otras opciones. Llegado el día me encantaría entrenar, pero hasta que no se me vaya el gen competitivo la cabeza no está preparada para otra cosa" cerró.