Un apasionado. Le entregó gran parte de su vida al vóleibol, al deporte, a Racing y a la ciudad. César Daniel Maletta recibió anoche una ovación en el gimnasio del Parque Olavarría después de reconocer: "El año que viene van a ser cuarenta años de forma ininterrumpida que estoy entrenando. Que estén todos ustedes presentes me compensa todo el tiempo que le he dedicado".

El vigente entrenador de vóleibol de Unión de Mar del Plata, radicado hace unos años en "La Feliz" para estar más cerca de su hija Nadia, llenó su corazón de afecto por el tributo que le rindió Racing A. Club con un homenaje mediante un torneo que lleva su nombre, el cual finalizará hoy en ambas ramas el cual se puso en marcha en la jornada de ayer.

Participan 18 clubes representantes de nueve ciudades: Olavarría, Azul, Tandil, Tres Arroyos, Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Pehuajó y Trenque Lauquen.

A casi cuatro décadas del comienzo de la práctica formal del vóleibol en Olavarría, en Pueblo Nuevo y al poco tiempo en Racing, donde ejerció la enseñanza de la disciplina por dos décadas, Daniel Maletta retornó a Olavarría, donde el Racing Atletic Club le realizó un merecidísimo reconocimiento por su etapa de formador en la entidad y su desempeño como entrenador principal de la formación femenina, que por cinco años participó en la elite del vóleibol nacional y además la condujo al Sudamericano de Medellín, Antioquia, Colombia en 1995, en lo que es hasta el momento la única actuación deportiva oficial internacional de la entidad de la Avenida Colón.

El Racing Atletic Club, por medio de la subcomisión de vóleibol, a cargo de Juan Pablo Mogávero, organizó el torneo que lleva la denominación del insigne educador, quien además en su etapa de futbolista defendió con hidalguía los colores de la estrellita.

El acto inaugural ocurrió anoche con la presencia de ex jugadoras y jugadores que formaron parte de la carrera de entrenador de Daniel Maletta. También lo acompañaron sus familiares, amigos y directivos bajo la impecable conducción de Marcelo Manolio con la logística de Gustavo Burgardt.

El entrenador saludó a todos y cada una de las personas que lo acompañaron anoche en el reconocimiento brindado por Racing. Y recordó que "Cuando comenzó la pandemia y tenía un montón de tiempo libre, comencé a revisar cajas que tenía de mi mudanza a Mar del Plata. Encontré un montón de recortes periodísticos y tomé dimensión de todo lo que habíamos hecho. Hace quince días me encuentro en Chapadmalal con Memo Ducuing y coincidíamos en que fue una época irrepetible la cantidad de cosas que pudimos hacer. Hoy sería imposible", destacó.

Y continuó diciendo: "Todo se pudo hacer, en parte, por las personas que me acompañaron en los distintos cuerpos técnicos; a través de todas las jugadoras de las cuales muchas están esta noche y les agradezco. El tema de los padres, sin la colaboración de ellos hubiera sido imposible por eso tiene un poder superlativo porque nunca se transformaron en subcomisión sino en grupo de apoyo".

Aquí destacó a "los primeros dirigentes, la primera Asociación desde Guillermo Cirigliano a la actualidad con Miriam Mosescu que contribuyeron con un papel que no es el más agradable porque nosotros estábamos en el más lindo que era la parte de juego. Tuve la fortuna de estar en la gestión de Miguel Angel Marziotti (estuvo presente), muy distinta a la anterior y a la posterior en la Federación Bonaerense".

No quiso olvidarse tampoco de "las gestiones de la intendencia de Helios Eseverri y de José Eseverri a través de Eduardo Galli y Gabriel Rosatto. Sin ellos las participaciones en la Liga hubieran sido complicada, lo mismo que los espectáculos internacionales que fueron muchos. En este punto quiero destacar además a Pepe Crozza como a Gabriela Venac que durante todo el ciclo del vóley de Racing y posteriormente nos dieron una mano".

Allí apareció la primera aparición de los aplausos para acompañar la emoción del profesor de Educación Física y siguió con su relato: "No quiero olvidarme de todo lo que tenía preparado. Como tuve la fortuna de jugar al fútbol en una época maravillosa con los estadios llenos, también pudimos hacer vóley a estadio lleno jugando final de Liga Argentina. He sido afortunado por todo eso y mucho mas por mis amigos y mi familia...". Nuevamente la emoción lo invadió.

Y pidió seguir un momento más. Tragó saliva, respiró profundo y entre risas dijo: "Tengo que llegar a terminar". Entonces retomó la palabra destacando nuevamente a "sus amigos de toda la vida y a toda mi familia que no la puedo ni mencionar porque son muchos y todos la conocen. Voy hacer hincapié, no la voy a nombrar a Gabriela (su pareja) porque ya la mencionaron todos, en la responsable de que me haya ido a vivir a Mar del Plata que es mi hija Nadia. Ella es la que más sufrió el tema del vóleibol, primero acompañándome y después al estar separados por la distancia geográfica por eso hoy estamos lo más cerca que hemos podido".

Y faltaba el remate del cierre como podía invadido por tanta emoción. "No sé cómo agradecerles la presencia de todos. Vuelvo a repetir es un acto donde no puedo dejar de agradecer a Juan Pablo (Mogávero), al presidente del Club (Mario Giacomaso), a la comisión directiva. Y no sé si está Memo (Ducuing)", consultó. Por supuesto el técnico del Club Estudiantes estaba en el gimnasio del Parque Olavarria, entonces siguió con una reflexión: "Le pregunto a Memo si hubiéramos podido hacer el 30 por ciento de las cosas que hicimos, sin que estuviera una persona que es de otra galaxia, tiene rasgos humanos y se llama Gustavo Burgardt. Ahora si me despido... gracias a todos".