Tucker llegó a Racing para el Argentino "B" 2004-2005; logró el ascenso y luego de un par de temporadas en el "chaira" se transformó en uno de los referentes. Pero el defensor estaba para más y cuando llegó su chance pegó el salto al profesionalismo.

Jugó en Quilmes, Deportivo Merlo, Sarmiento de Junín (también ascendió), Santamarina de Tandil (estuvo al borde de subir a Primera), Central Córdoba de Santiago del Estero, Crucero del Norte y Deportivo Madryn, entre segunda y tercera categoría en la Argentina.

Además, tuvo experiencia en Portugal (Leixoes) y en Venezuela (Caracas -fue campeón de la Copa- y Deportivo La Guaira). Regresó a Racing en 2019, luego de su paso por Madryn, y luego de dos presencias en el Torneo Regional -con un título local en el medio- decidió dejar de jugar.

Así, se meterá de lleno a su nueva función como coordinador de las divisiones inferiores de Racing. Pero ayer tuvo su despedida en el duelo ante Bella Vista: el presidente Mario Giacomaso le entregó un recordatorio y fue saludado por compañeros y el cuerpo técnico.

Igualmente fue un contexto distinto, sin gente en las tribunas, pero el defensor se retiró en la cancha, como lo deseaba, y luego de haber sido el capitán de Racing en cada una de las presentaciones de Racing en la competencia. Lo jugó de principio a fin, y ayer cerró su ciclo.

Antes de retirarse, el defensor explicó su momento. Finalizado el duelo ante Liniers, donde Racing se quedó sin chances, Roberto Tucker ya supo que el de ayer sería su último partido: "Transité la semana con tranquilidad, sabía que tenían que ser días normales de entrenamientos. Es algo que tenía pensado desde hace mucho, por lo que a uno no se le pasan tantas cosas por la cabeza. Tenía asumido que cerrado este torneo iba a dejar de jugar; por ahora estoy tranquilo y mañana (por hoy) me tengo que levantar temprano para venir a trabajar al club. Eso me mantiene ocupado", señaló el defensor.

Es que hoy Roberto Tucker ya se desempeña en las inferiores del club, como coordinador. "Sí me puede llegar a faltar el horario de entrenamiento, pero vamos a tratar de mantener la cabeza ocupada. Hay que trabajar con los chicos y tratar de que ellos aprendan un poco más cada día. Además, la idea es ayudar al club desde el lugar que a uno le toque", valoró en cuanto a los objetivos.

En otro sentido, en cuanto a los partidos jugados, indicó que "disfruté los partidos. Uno quiere jugar cada vez mejor, hasta el último partido, pero sabía que si estaba todo el día en el club, y además seguía jugando, se podía hacer cada día más difícil mantenerlo durante un año más. Había que cortar una de las dos cosas y lo que quiero es trabajar con los chicos, por eso así lo hice".

En este tiempo, como ocurre con muchos futbolistas, no se pueden aprovechar muchas cosas. Y tal vez ahora le toque a Roberto Tucker: "Un amigo me mandó un mensaje y me dijo ‘ahora no vas a tener excusas para juntarnos a comer un sábado’. En los últimos años estuve acá, pero había que tratar de descansar los sábados porque se jugaba el domingo; mientras que cuando estaba afuera tenía que jugar o viajar y así se hace difícil juntarse con alguien. Ahora voy a poder hacerlo, para disfrutar más de la familia y de los amigos".

El salto

Racing y Roberto Tucker se encontraron por primera vez en 2004. "Recuerdo que me encontré con un grupo de compañeros que hoy ya no están jugando. Lo sigo viendo a Pablo Ponce y al Paisa (Darío Santellán); me encontré con muy buena gente y pudimos ascender en ese primer torneo que se jugó con el club. Tengo los mejores recuerdos y siempre uno se trató de brindar al máximo por esta camiseta, más allá de que no nací futbolísticamente acá. Uno siempre trató de hacer lo mejor y busqué hacer lo mismo en todos los clubes en los que estuve".

El salto de Racing fue a Quilmes, y desde allí diversos pasos. "Se fueron dando momentos y uno tuvo la chance de ir a jugar a diferentes lugares. Uno tuvo a distintos técnicos, diferentes formas de trabajar y de vivir. Siempre me adapté, contento y tranquilo de que se dio el máximo por cada camiseta que me tocó usar".

"Por eso siempre me fui tranquilo de todos los clubes, como lo estoy haciendo ahora, más allá de que las expectativas eran las de pelear el ascenso hasta el final. No se dio, pero creo que todos estamos tranquilos en este plantel", describió el defensor y capitán a modo de resumen de acuerdo a lo vivido en el último Regional.

Como él lo dijo, estuvo en distintos clubes, y con muchos mantiene el diálogo. "Me reconforta que a uno le quedaron personas conocidas, buena gente. Más allá del paso del tiempo, uno se reencuentra y en la charla recuerda viejos momentos. Uno trató de ser siempre buena persona, y eso es lo más importante", destacó en el final Roberto Tucker antes de dejar -por última vez- el "José Buglione Martinese" al menos en su función de jugador.