"Una persona de otro planeta, un ser único, especial, fuera de serie"
Por Gastón M. Luppi de la redacción de DIB
La mañana del 27 de febrero de 2020 una noticia sacudió al país: falleció Braian Toledo. A los 26 años ya era uno de los más destacados atletas argentinos de la historia y aun así tenía una enorme proyección en el lanzamiento de jabalina. Pero Braian trascendió la pista de atletismo. "Eras una persona de luz, irradiabas un amor como pocas veces he visto", escribió aquel día Gabriela Sabatini en su cuenta de Twitter. Y Abuelas de Plaza de Mayo recordó: "En junio de 2012, antes de los Juegos Olímpicos de Londres, Braian Toledo grabó este spot para #Abuelas. Tenía 18 años. Luego se sumaron a nuestra campaña otros deportistas de la delegación argentina, pero él fue el primero".
Braian cumpliría hoy 27 años. Oriundo de un barrio humilde de Marcos Paz, y comprometido desde niño para ayudar a sacar adelante el hogar, comenzó a hacerse camino en el atletismo desde los Juegos Evita. El mes pasado se cumplieron diez años del día en que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Singapur 2010. En marzo de ese mismo año, con 16 años, había logrado en Mar del Plata el récord mundial juvenil (89,34 metros), marca aún imbatida.
Al año siguiente, entre los mayores fue medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, y en 2012 fue campeón iberoamericano en Venezuela, medalla de plata en el Mundial Junior e hizo su debut en los Juegos Olímpicos de Londres (13º), con 18 años. Luego sumó títulos sudamericanos (U23 y mayores), un décimo puesto en el Mundial de 2015 y fue fi nalista en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (10º).
Pero, lo dicho, Braian trascendió las pistas: "Lo más sorpresivo y lindo es que todos hablan bien de su persona", le cuenta Sofía Lamarque, su novia, a la Agencia DIB.
"En este tiempo me han escrito miles de personas. Obviamente, la mayoría desconocida: algunos pocos que llegaron a verlo personalmente, y otros fanáticos de él, del deporte. Y la mayoría me dicen que es una persona de otro planeta, un ser único, especial, fuera de serie. Superhumilde, generoso... Los mejores adjetivos, siempre". Y sintetiza: "Todos dicen eso: un ser de otro planeta, demasiado bueno".
Aquella operación A mediados del año pasado Braian tuvo que operarse el tobillo derecho a raíz de una lesión. Como consecuencia de ello se perdió los Juegos Panamericanos de Lima y los Mundiales de Atletismo de Doha. Sofía acompañó ese proceso, que "fue reduro". En diciembre había vuelto a las prácticas y en enero ya estaba trabajando "muy bien" con sus entrenadores Mauricio Villalba y el finlandés Kari Ihalainen, con la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio en el horizonte. "Estaba tratando de volver, de a poco porque estuvo un montón de meses parado".
Entrenaba de lunes a sábado y además trabajaba como profe de atletismo en una colonia del municipio de Malvinas Argentinas. Y en el medio, incluso durante el prolongado período de muletas, no dejó de asistir a los merenderos que apadrinaba ni a las acciones solidarias junto a Huella Weber.
"Venía bien. En abril nos íbamos a ir juntos a Finlandia para entrenar más fuerte y empezar a competir en Europa para clasifi car a Tokio, esa era la idea", recuerda Sofía. Ella es de Maipú e integrante de la selección argentina de tiro deportivo. Y como deportista de alto rendimiento, también analiza esa faceta de Braian: "Hacía todo bien, en todo sentido. Y siempre quería aprender, en lo que sea. En el deporte ni hablar, siempre se exigía demasiado, y por eso llegó adonde llegó. Era muy exigente en todo Anécdotas, historias En estos días Sofía atraviesa las inevitables sensaciones encontradas que produce la llegada de una fecha tan especial como un cumpleaños. La charla pasa por las sonrisas, los largos silencios y los quiebres. La emoción se impone.
Es la primera conversación telefónica de este tipo que tiene en los pocos más de seis meses que pasaron desde el accidente. No es fácil. "Todo lo que sea por él voy a tratar de hacerlo, aunque me cueste un montón".
Y en vísperas del cumpleaños de Braian empezaron a caer los mensajes. Desde invitaciones para programas que quieren recordarlo, hasta trabajos biográfi cos de estudiantes de Periodismo. "De un programa de radio me mandaron el audio que querían pasar. Yo obviamente superagradecí, pero les dije que no podía escucharlo todavía, que no estaba preparada. Al principio me costaba mucho más, pero me di cuenta de que va a ser así siempre. Es como que al principio pensé ''ya está, se terminó todo, voy a empezar con mi duelo...''".
Es que Sofía recibe parte del cariño que se ganó Braian. Porque además, en los últimos tiempo él había compartido en las redes sociales imágenes de ellos juntos. En todo este tiempo "me han mandado fotos, videos... Un montón de gente que lo sueña, que nos sueña juntos, y eso es muy fuerte".
Le cuentan "un montón de anécdotas, historias...". "Al principio no veía los mensajes, empecé a hacerlo de a poco. Y hay personas que por ahí me mandan un mensaje mínimo, para no molestar, o para que no me haga mal. Trato de responder siempre y, una vez que respondo, se animan y me empiezan a contar más. Y así me he enterado un montón de cosas que digo ''sí, es verdad''. Por más que yo no las supiera, las creo, sé que son ciertas". Y también, "un montón de cosas que me han contado, y que él me había contado a mí, pero yo no conocía a la persona. Y ahora por las redes veo la persona, las fotos... Se terminan de cerrar un montón de cosas".
Por eso, a modo de cierre, Sofía admite qué es lo que más la ha sorprendido en este tiempo. "Es increíble, pareciera que nada de lo que me dice la gente me sorprende porque sé cómo era él. No me sorprende lo que me dicen, pero sí la cantidad de gente a la que ha llegado. Cualquier persona que se haya cruzado con él en la vida tiene algo lindo para decir. Llegaba a muchas personas. Eso es lo que me más sorprendió de la gente que me escribe. Que lo siguen recordando, lo sueñan...". - DIB -