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Nelson Schonberger se hizo conocido en Olavarría aquella noche del "gol - no gol" de Vazzoler a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, que le dio a Racing la agónica clasificación para la segunda ronda de la Copa Argentina 11/12. Durante el partido por sus atajadas, que impidieron cristalizar en el arco granate el claro dominio chaira, luego por la ira que se apoderó de los jugadores visitantes en un reclamo justo, pero estéril.

Ayer, cerca del mediodía, arribó a la Ciudad para sumarse al plantel de Racing y ponerse a las órdenes de Fernando Di Carlo. "Fue de lo primero que nos acordamos con los dirigentes apenas llegué a Olavarría. Cuando a uno le meten la mano en el bolsillo, con las pulsaciones a mil, es complicado salir de ese rollo. Una sabe que esas protestas pueden tener sus consecuencias, pero queda esa bronca" relató el arquero nacido hace 32 años en Paraná, Entre Ríos.

En algún punto, los Racing y Defensores de un lustro atrás tenían como denominador común el ascenso con un par de semanas de diferencia, y una pelea desigual con los poderosos de las capitales provinciales, pero los separaba el estilo. La intensidad de una lado, el fútbol exquiso del otro, que ha servido a los de Villa Ramallo para sostenerse en la principal categoría del Consejo Federal.

"Defensores tiene una escuela de pelota al piso, de no reventarla nunca. Se sigue jugando así en el Federal ‘A’, porque el club lo marcó desde inferiores y lo hizo respetar más allá de los entrenadores y los planteles. Cuando llegan a este club, saben a lo que tienen que jugar. Es una exigencia, se entrena así, y el que no puede acomodarse a ese estilo de juego, no puede jugar" subrayó.

De Racing retuvo lo que más sufrió y a un colega: "Me acuerdo de esos equipos que tenían a Gonzalo Abán, a Oscar Altamirano, a Vazzoler, a Torresagasti en el arco; que estuvieron a punto de ascender y se vio en todos lados lo que pasó con Santamarina. Un equipo durísimo. Sabíamos que veníamos acá y que no nos iba a resultar fácil. Claramente era un choque de estilos, pero cada uno con sus armas hacía mucho".

No llegó desde el norte de la Provincia, donde estuvo en una porción importante de su carrera, sino desde el Sur. Está afincado desde hace un año y medio en San Martín de Los Andes. Recaló al centro del paraíso andino tras una experiencia traumática en el Deportivo Quito, de la primera división ecuatoriana.

Y de pronto le picó el bichito de nuevo. "Yo nunca dejé de jugar al ciento por ciento, porque esto es un sueño de chiquito que uno no puede sacarse de la cabeza. Fui a Ecuador, no cobré, pasaron muchas cosas feas... Ahora estoy en juicio con el club, y a raíz de todo lo que pasamos mi señora me dijo que no quería viajar más, que los nenes estaban grandes y si yo quería viajar, que lo hiciera solo. Entonces, después de lo que pasamos allá la prioridad fue mi familia" reveló.

En este tiempo jugó para el club Lacar de la Liga de Bariloche, disputó el Federal "C" con Pacífico de Neuquén y, como perdieron la final por el ascenso con Jota Jota Moreno de Madryn, fueron invitados por el Consejo Federal al último Federal "B".

"Sentía la necesidad de volver a jugar. Me estaba matando la ansiedad. Dejé con 29 años y ahora tengo 32. Pensaba que estaba a tiempo; pasé por psicólogo... Lo charlamos con mi mujer y mis hijos, y me gustó el desafío de pelear cosas importantes, en un club grande como Racing. Es un sacrificio que vamos a hacer todos y ojalá que éste tenga su recompensa" enfatizó.

"Desde julio que veníamos hablando con mi representante la chance de volver a jugar en otro nivel. Salió algo de Gimnasia y Tiro de Salta, pero es muy lejos y no era el momento adecuado como para dar un portazo. Tenía ganas de jugar un Federal competitivo, abocarme, entrenarme y hacerlo lo más profesional posible" señaló el entrerriano.

Di Carlo recibió a un arquero que en este mes y pico que queda hasta el debut buscará parecerse a aquel de Defensores de Villa Ramallo. "Estoy entrenado, aunque obviamente no al ciento por ciento. Me falta una pretemporada. Vengo con todas las ganas y lo siento internamente. Yo no hago esto por hacerlo. No voy a dejar tantos meses a mi familia para venir a pasear. Vengo por cosas importantes, a sumar mi granito de arena y dar lo mejor de mí".

"Tengo que aprovechar ese bichito que me estaba picando para volver a tener un desafío de este tipo. Quiero volver mejor de lo que fui. Mi representante me decía que quería volver a ver al Nelson de Ramallo, y yo le respondía que no quiero ser ese que jugaba en Defensores, Cipolletti o For Ever, sino que vengo a Racing a mostrar mi mejor versión. Es un sacrificio dejar otra vez a mi familia lejos, seguramente en un principio me va a costar, pero yo no vengo en vano, vengo a Racing por todo" cerró.