El 15 de noviembre de 1970, en el estadio del Club Atlético Estudiantes se jugaba el segundo partido de los cuartos de final del Campeonato Argentino de fútbol entre las Selecciones de Olavarría y Mar del Plata. El encuentro, que era ganado 4 a 1 por los marplatenses, no pudo concluirse debido a los graves incidentes que se produjeron en el Parque Carlos Guerrero. Fue una de "las páginas negras" en la historia del deporte en la ciudad de Olavarría, que incluyó violentos episodios.

Hasta esa día, la Selección olavarriense había realizado su mejor campaña en ese tipo de torneos nacionales, incluyendo haberse consagrado campeón de la Provincia de Buenos Aires, y toda la ciudad se encontraba encolumnada detrás de su campaña.

"Lo que debió ser una fiesta deportiva, culminó en luctuoso episodio policial. Concluyó Olavarría su campaña en el Campeonato Argentino", publicaba en su tapa el diario El Popular el lunes 16 de noviembre de 1970 para referirse a los sucesos acontecidos en la jornada anterior.

La crónica señalaba que "Olavarría vivió la jornada más grave y bochornosa de su historia. El partido de fútbol que disputaron ayer las selecciones de Olavarría y Mar del Plata degeneró en un gravísimo e increíble desorden donde muchos resultaron heridos y hasta llegó a destruirse por completo el micro donde había viajado la delegación visitante".

"Primero fueron naranjas y botellas arrojadas al campo de juego; después fue la policía que arrojó balazos de calibre 45 y granadas de gases lacrimógenos que estallaron en medio de la multitud. Un jovencito resultó herido de bala, varios recibieron quemaduras y muchos sufrieron lesiones. Seis viajes realizaron las ambulancias y dos los bomberos. Incendiaron plateas y destrozaron parte de los vestuarios. Finalmente llegó una columna de soldados transportados en tres carriers de guerra y el público también reaccionó contra ellos", resumía El Popular en su cobertura.